Los casos de Leishmaniasis Visceral en caninos siguen elevados y este año se registraría un mayor registro que los últimos años, según estiman desde la UNNE. También crecen casos de Leishmaniasis cutánea.
Quizás solapada por la trascendencia pública y mediática del brote actual del Dengue y otras enfermedades vectoriales en el país, y en especial en la región NEA, la Leishmaniasis visceral sigue registrando numerosos casos en caninos.
El doctor Alexis Burna, especialista de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, explicó que los registros que llevan desde la Facultad indicarían un crecimiento de los casos en distintos puntos de la provincia de Corrientes y también en la región.
Sostuvo que esta tendencia creciente de casos se relacionaría con el ciclo de la Leishmaniasis Visceral. Epidemiológicamente la enfermedad se manifiesta con dos o tres años de muchos casos, dos o tres años de “amesetamiento” o estabilidad de casos, incluso reducción, y luego un nuevo pico de creciente en los casos.
Actualmente se estaría frente al ciclo de incremento de casos, especificó, y agregó que en los próximos meses se empezarán a manifestar los síntomas de animales que fueron picados por el vector en los meses de mayor temperatura.
Para el profesional de la UNNE, esta tendencia creciente en el ciclo de la enfermedad podría estar además acentuada por una menor “lucha” contra la Leishmaniasis debido a que se relegó el control hacia otra enfermedad de mayor impacto como es el Dengue en la actualidad y el riesgo de Zika y Chicungunya.
El investigador de la UNNE resaltó la necesidad de medidas preventivas orientadas a evitar la propagación. En ese sentido, recomendó tener ambientes sanos y limpios, cuidar la acumulación de materia orgánica, para evitar la cría del flebótomo, y tener a los animales sanos, evitar que el perro salga fuera de la casa en horario nocturno, asear sectores en los que habitan los caninos, y controlar los síntomas sospechosos en los perros.
Para el especialista, Corrientes es una provincia endémica, lo mismo que las provincias vecinas, por lo que la mirada debe apuntar no a erradicar la enfermedad en caninos sino a controlarla.
“Los casos están repartidos prácticamente en toda la provincia de Corrientes y de la región nordeste” sostuvo el especialista y comentó que ya se registran casos de la enfermedad en la provincia de Entre Ríos y Buenos Aires, lo que marcaría una expansión de la patología en el territorio nacional.
Recordó que el vector registra actividad prácticamente todo el año, debido a que se oculta ante temperaturas menores a 13°C, y la región tiene la mayor parte del año temperaturas por encima a los 13°C.
Si bien la Leishmaniasis es una enfermedad de denuncia obligatoria, en la realidad sería baja la confirmación de casos respecto a los que realmente existirían.
Denunciar la enfermedad posibilita que Salud Pública y los organismos municipales identifiquen los casos o focos de la enfermedad y poder actuar contra el vector. Pero además posibilidad tener una dimensión lo más certera posible de la incidencia de la enfermedad.
Al respecto, el profesional instó a los organismos competentes a intensificar la búsqueda de casos, pero también a los propietarios de mascotas y a los profesionales veterinarios a realizar la denuncia de casos sospechosos.
Además de la identificación de casos, resulta necesario un adecuado seguimiento de los caninos enfermos, para mantenerlo aislados y evitar que propague la enfermedad.
Recordó que la Leishmaniosis visceral es considerada la forma más severa de las enfermedades causadas por el microorganismo Leishmania. Representa una endemia que tiene a los perros como hospederos y agentes involucrados en la transmisión a los humanos, y como vector al mosquito flebótomo “lutzomyia longipalpis”.
El perro es reservorio de la enfermedad y al ser picado por el insecto un perro enfermo, la enfermedad se transmite a otros a animales o a los humanos.
En humanos los grupos que mayoritariamente pueden llegar a tener problemas son niños, personas muy adultas y embarazadas, pues afecta a quienes están inmunológicamente deprimidos.
Cutánea. El doctor Burna indicó que también se observa un crecimiento de casos de Leishmaniasis Cutánea en la provincia de Corrientes, y las regiones donde se encuentran los casos son aquellos de mayor densidad poblacional, lo cual estaría vinculado al avance de asentamientos urbanos sobre nichos ecológicos donde estaba la enfermedad.
En la Leishmaniasis Cutánea el primer reservorio son los animales silvestres, y al ocuparse áreas donde habitan animales silvestres la enfermedad cutánea empieza a manifestarse en humanos.
Propuestas. “Creemos que se requiere sostener las medidas de concientización y prevención de la Leishmaniasis, tanto Cutánea como Visceral, e implementar medidas epidemiológicas que permitan controlar una enfermedad que ya es endémica” resaltó.
Agregó que desde la Universidad se plantea la importancia de complementar las acciones que actualmente se están implementando, y establecer además otras herramientas como un registro de mascotas, libreta sanitaria de animales, certificado de “libre de Leishmaniasis”, nuevos protocolos de bloqueo de focos de la enfermedad, entre otras medidas.
“La Leishmaniasis llegó para quedarse, no hay vacunas, y debemos trabajar con el objetivo de implementar todas las acciones posibles para su control”.
Fuente: http://www.diariochaco.com
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