Un equipo de veterinarios y científicos de Biogénesis Bagó logró el tercer aislamiento documentado en el país de una cepa anómala, denominada Canicola, que causa leptospirosis en bovinos.
“El aislamiento y la tipificación resultan claves para la formulación de vacunas más eficaces para prevenir la enfermedad. De esta manera, también se puede disminuir el riesgo de transmisión al ser humano”, afirmó Juan Cruz Muriel, gerente técnico del laboratorio.
El brote se registró a fines de 2017 en un campo de cría de Las Flores, Buenos Aires, en concomitancia con una severa deficiencia mineral, lo que causó la muerte de varios terneros y llevó a realizar un primer diagnóstico.
Nuevas muertes con lesiones compatibles con leptospirosis motivaron la consulta al equipo técnico de Biogénesis Bagó. “Se encontraron riñones hemorrágicos aumentados de tamaño, ictericia evidente y orina sanguinolenta en la vejiga. Estos hallazgos, diferentes de lo observado en las necropsias anteriores, hicieron sospechar leptospirosis”, explicó la Dra. Castillo, veterinaria del establecimiento. Y prosiguió: “el brote se controló aplicando antibióticos y vacunando contra leptospirosis a todo el rodeo”
Si bien se actuó en forma rápida, sin esperar los resultados de los análisis, éstos confirmaron las sospechas.
“Existe amplia experiencia con la aplicación de antibióticos y la vacunación al comienzo de un brote de leptospirosis. Este tratamiento produce resultados contundentes tanto en casos de mortalidad de terneros como de abortos en vacas”, afirmaron desde Biogénesis Bagó. A su vez, la confirmación del diagnóstico permitió tomar medidas de fondo, como una suplementación mineral con monitoreo periódico y la inclusión de la vacuna contra leptospirosis dentro del plan sanitario del establecimiento.
De la prevención
Para prevenir la leptospirosis se recomienda la vacunación de las vacas con dos dosis previas al servicio y una tercera al tacto para diagnóstico de preñez. Esto protege a las madres y confiere inmunidad a los terneros hasta el tercer mes de vida, cuando disminuyen los anticuerpos calostrales, siendo necesaria una vacunación de la categoría, también con dos dosis.
Los brotes severos de leptospirosis en un rodeo bovino, con abortos de entre 30 y 40 % de los animales gestantes y elevado porcentaje de mortalidad de terneros, indican que esta enfermedad atenta contra la rentabilidad de cualquier planteo bovino.
Otra cuestión importante de la prevención son las buenas prácticas de manejo. “Hay que tener cuidado cuando se manipula un feto abortado o una vaca malparida porque podría tratarse de un brote de leptospira. Es necesario trabajar con guantes y anteojos. El personal sabe que los tienen que usar pero algunos los omiten”, dijeron los especialistas.
Fuente: https://www.valorcarne.com.ar
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