Como profesionales veterinarios disponemos de diferentes fármacos para realizar nuestras prácticas. De hecho, día a día, nuestro vademécum se va incrementando con nuevos productos para tratar las diferentes patologías y dolencias que afectan a nuestros pacientes. Sin embargo, debemos tener en cuenta que muchas drogas veterinarias que utilizamos terminan alcanzando el medio ambiente, ya sea por las excretas de los animales tratados o incluso por sus cadáveres si no son dispuestos correctamente. AUTOR: Grupo de Investigaciones en Biología de la Conservación (GrInBiC)-Universidad Nacional del Comahue-CONICET
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