El pénfigo foliáceo (PF) es la dermatosis autoinmune más común en gatos y generalmente se presenta con lesiones pustulosas y costrosas. TAGS: Pénfigo foliáceo. Dermatosis. Enfermedad autoinmune. Gatos. Felinos. Veterinaria. Meidcina veterinaria
Teniendo esto en cuenta, la Asociación de Veterinarios Canadienses ha publicado en su revista científica un artículo científico que describe en profundidad la enfermedad, incluyendo claves sobre su diagnóstico, tratamiento y pronóstico.
En este explican que, en los gatos, al igual que en los perros, la PF afecta con mayor frecuencia a individuos de mediana edad. Eso sí, a diferencia de lo que ocurre en los perros, no existe una verdadera predisposición racial en los gatos, aunque la enfermedad se informa con mayor frecuencia en los domésticos de pelo corto que en otras razas. Además, no muestra una predisposición sexual en ninguna de las especies.
Existen varios desencadenantes potenciales de PF en gatos, incluidos medicamentos, vacunas y enfermedades concurrentes y las lesiones asociadas con la esta enfermedad felina incluyen pústulas, costras, erosiones, ulceraciones y alopecia.
El prurito afecta a entre el 65 y el 80% de los gatos con pénfigo foliáceo. Los signos clínicos sistémicos también son comunes e incluyen fiebre, letargo y anorexia, siendo más frecuentes en gatos que en perros. También se ha informado de cojera en mascotas cuando las lesiones afectan las patas o los pliegues de las garras.
Gato con pénfigo foliáceo que presenta lesiones costrosas que afectan la región periocular, el hocico y el mentón
DIAGNÓSTCO Y TRATAMIENTO
El diagnóstico del pénfigo foliáceo se basa en los signos clínicos, la confirmación microscópica mediante citología e histopatología y la exclusión de otros posibles diagnósticos diferenciales. Los diagnósticos diferenciales son limitados, pero incluyen la dermatofitosis pustulosa y la dermatitis pustulosa subcorneal causada por Staphylococcus spp., aunque esta última no ha sido bien descrita en gatos.
Sobre el tratamiento, señalan que la inmunosupresión es el pilar. La monoterapia con glucocorticoides es la terapia inicial más común para los gatos, consiguiéndose una remisión completa en la mayoría de los animales, siendo la prednisolona el glucocorticoide más utilizado. Otras opciones incluyen la triamcinolona y la dexametasona.
“Es posible que sea necesario considerar opciones de tratamiento sin glucocorticoides en animales que no responden a ellos, en aquellos con comorbilidades que impiden el uso de glucocorticoides, en aquellos con efectos adversos graves secundarios a los glucocorticoides y en aquellos en los que los glucocorticoides no pueden reducirse a una dosis considerada segura para el uso a largo plazo”, indican.
Además, existen varias opciones de tratamiento alternativo, como el oclacitinib (Apoquel de Zoetis,) que ha sido descrita en dos informes de casos en los que las comorbilidades concurrentes del animal impidieron el uso de glucocorticoides o agentes inmunosupresores. En ambos informes, oclacitinib proporcionó una mejoría clínica con reducciones de dosis posteriores dentro de un intervalo generalmente corto.
Muestra citológica de un caso de pénfigo foliáceo
PRONÓSTICO DE LOS GATOS CON PÉNFIGO FOLIÁCEO
Según los autores, el pénfigo foliáceo en gatos generalmente tiene un buen pronóstico. De hecho, una serie de casos sugirió que el 90% de los gatos afectados logran el control de la enfermedad en un mes, y el intervalo hasta el control de la enfermedad varía solo levemente según el protocolo de tratamiento.
La mayoría de los gatos requieren terapia a largo plazo y, con mayor frecuencia, experimentan recaídas con la disminución o interrupción de la terapia. La recaída también puede ocurrir como parte del proceso de alza y disminución de la enfermedad.
Por lo tanto, incluso con un buen pronóstico, se debe realizar la educación del cliente sobre el coste financiero, el compromiso de tiempo y la carga emocional. En particular, en una encuesta de calidad de vida para los propietarios de gatos con pénfigo foliáceo, más del 60% de los propietarios percibieron que su gato estaba estresado por las visitas veterinarias. “Se debe enfatizar el uso de ansiolíticos antes de las citas para mejorar la experiencia tanto del cliente como del paciente”, apuntan.
Pata de un gato con pénfigo foliáceo que presenta lesiones costrosas que afectan el pliegue de la uña, compatibles con paroniquia,
Fuente: https://www.animalshealth.es/
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