Nuevas soluciones biológicas para proteger a las abejas

Científicos del CONICET y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco demostraron que un aceite esencial a partir del senecio puede eliminar un parásito sin dañar a las abejas melíferas. TAGS: Bioplaguicidas. Apicultura sostenible. Sanidad apícola. CONICET. Universidad Nacional de la Patagonia. Senecio. Abejas melíferas. Producción sustentable

El uso de aceites esenciales de plantas silvestres de la Patagonia podría ofrecer una alternativa natural y segura para combatir la Varroa destructor, el parásito más dañino de las abejas melíferas. Así lo sugiere un estudio en la revista Plants por un equipo de investigadores del CONICET, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, la Universidad Nacional de Mar del Plata y el INTA de Argentina.

El trabajo, liderado por Rosa Manzo, becaria postdoctoral del Conicet y Matías Maggi, evaluó la eficacia y seguridad de los aceites esenciales extraídos de tres especies de plantas: Adesmia boronioides (paramela), Dysphania multifida (paico) y Senecio filaginoides (senecio), sobre el ácaro Varroa destructor, las abejas adultas y las larvas.

El ácaro representa una amenaza global para la apicultura y la agricultura, ya que debilita las colonias de abejas al alimentarse de ellas y transmitir virus, lo que puede llevar al colapso de las colmenas.

Los tratamientos convencionales con acaricidas sintéticos han generado problemas de residuos en la miel y otros productos, además de favorecer la aparición de resistencias en las poblaciones de ácaros. Por eso, la búsqueda de soluciones ecológicas y sostenibles, como un acaricida orgánico, es una prioridad para el sector.

El estudio analizó la composición química de los aceites esenciales de las tres plantas. Los ensayos de toxicidad demostraron que todos los aceites ejercieron efectos letales sobre el ácaro, aunque con diferencias notables en su impacto sobre las abejas.

El aceite de paico resultó el más potente contra el ácaro. Pero también mostró una alta toxicidad para las abejas adultas y las larvas. En cambio, el aceite de senecio fue menos tóxico para las abejas. Podría tener un efecto residual que podría ser útil en aplicaciones prolongadas.

En las pruebas con larvas, el aceite de senecio permitió una supervivencia superior al 80%, similar al grupo control, mientras que los otros aceites redujeron la viabilidad larval a cerca del 52% y 56%. Los autores destacan que el alto índice de selectividad de senecio “resalta su potencial como acaricida orgánico selectivo y seguro”.

El trabajo se realizó en condiciones de laboratorio. “Para llegar a contar con un bioplaguicida a partir de un aceite esencial, antes se debe testear en el campo. Eso lo vamos a probar en esta temporada”, contó Manzo a Diario RIO NEGRO. Además, comentó que también investigan a otro parásito que ataca el intestino de las abejas.

Fuente: www.rionegro.com.ar

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