Qué nos enseñan los salmónidos sobre regulación genética

Una reciente publicación internacional desarrollada por investigadores de la Norwegian University of Life Sciences (NMBU), The Roslin Institute, MRC London Institute of Medical Sciences, Imperial College London, Wageningen University and Research, Ruđer Bošković Institute, INRAE, Université PSL, University of Zagreb, University of Stirling, European Bioinformatics Institute y la Université Paris Cité, ofrece una mirada única a la evolución de los vertebrados y abriendo nuevas oportunidades para la acuicultura de precisión y la conservación de estas especies. TAGS: Genómica. Biología molecular. Salmónidos. Regulación genética. Diversidad biológica

La historia evolutiva de los vertebrados está marcada por episodios extraordinarios: momentos en que el genoma completo se duplicó, abriendo oportunidades inéditas para la innovación biológica. Estos eventos de duplicación completa del genoma —conocidos como poliploidía— ampliaron el repertorio genético disponible y sentaron las bases para la complejidad del desarrollo, la regulación génica y la diversidad funcional que hoy observamos. Sin embargo, la enorme distancia temporal que separa muchos de estos eventos de las especies actuales ha dificultado entender cómo, en la práctica, la duplicación del genoma remodeló la regulación de los genes.

En este escenario, los salmónidos emergen como un modelo excepcional. A diferencia de otros vertebrados, su linaje experimentó una autotetraploidización relativamente reciente, hace entre 80 y 100 millones de años. Esto significa que su genoma se duplicó dentro de una misma especie, dando origen a una cuarta ronda de duplicación completa del genoma (4R), y que aún se encuentra en una etapa temprana del proceso de “rediploidización”: el retorno progresivo a un comportamiento diploide estable. Esta condición convierte a los salmónidos en una verdadera ventana al pasado evolutivo.

Un nuevo estudio aprovecha esta singularidad para explorar, con un nivel de detalle sin precedentes, cómo evolucionó la regulación génica tras la duplicación del genoma. Mediante el uso de enfoques multi-ómicos a gran escala —que integran información de expresión génica y actividad de elementos reguladores— los investigadores analizaron tejidos embrionarios y adultos en dos especies de salmónidos. El objetivo fue claro: entender cómo la duplicación y la posterior rediploidización moldearon la actividad de genes y elementos reguladores a lo largo del desarrollo y en distintos tejidos.

Nada ocurre al azar

Los resultados revelan que la evolución regulatoria de los genes duplicados, conocidos como ohnólogos, no ocurre al azar. Por el contrario, está fuertemente condicionada por el contexto del desarrollo y por la especificidad tisular. Durante las etapas avanzadas de la embriogénesis se observa un período de máxima restricción regulatoria, una suerte de “cuello de botella” evolutivo. Esta limitación parece estar vinculada a las complejas redes regulatorias que controlan la organogénesis, altamente pleiotrópicas y conservadas en todos los vertebrados.

En los organismos adultos, el patrón se mantiene, aunque con matices. El cerebro destaca como el tejido con mayor restricción regulatoria tras la duplicación del genoma, reflejando probablemente la necesidad de conservar funciones críticas. En contraste, tejidos como el hígado y las gónadas muestran una selección regulatoria más laxa, lo que permitiría una mayor divergencia funcional entre genes duplicados. Este equilibrio entre restricción y flexibilidad ofrece una explicación mecanística a cómo algunos genes conservan funciones esenciales, mientras otros exploran nuevos roles a lo largo de la evolución.

El estudio también pone en el centro de la discusión la rediploidización asincrónica: un proceso en el que distintas regiones del genoma “regresan” al estado diploide en momentos diferentes. Esta asincronía genera una estratificación temporal en la divergencia de los ohnólogos, creando un mosaico evolutivo dentro del genoma. Los autores plantean que este fenómeno no sería exclusivo de los salmónidos, sino una posible regla general en la evolución de los vertebrados, e incluso de otros linajes eucariotas que atravesaron eventos de autotetraploidización.

Implicancias prácticas de los hallazgos

Más allá de su relevancia evolutiva, los hallazgos tienen implicancias prácticas. El trabajo deja disponible un recurso genómico abierto, en formatos altamente procesados y listos para el análisis, que puede ser utilizado por la comunidad científica y otros actores. Este banco de datos representa una herramienta estratégica para la acuicultura de salmónidos, ya que puede apoyar programas de mejoramiento genético de precisión, ayudando a identificar rasgos con una base regulatoria y contribuyendo a la sostenibilidad de la producción de alimentos a largo plazo.

Asimismo, estos datos permitirán investigar cómo los elementos reguladores influyen en la adaptación de las poblaciones silvestres de salmónidos frente a ambientes que cambian rápidamente, desde el calentamiento de las aguas hasta nuevas presiones ecológicas. Al mismo tiempo, enriquecen los análisis comparativos sobre la evolución regulatoria en vertebrados, conectando la biología fundamental con desafíos aplicados de conservación y producción.

En definitiva, al estudiar genomas que aún “recuerdan” su pasado duplicado, los salmónidos no solo iluminan principios clave de la evolución regulatoria, sino que también ofrecen pistas concretas para enfrentar los retos futuros de la acuicultura y la biodiversidad.

Lea el estudio completo aquí: Salmonids reveal principles of regulatory evolution following autotetraploidization

 Fuente: Infosalmon

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