El agua para consumo vacuno, similar a lo que ocurre con otros animales y también con los seres humanos, debe reunir determinadas condiciones de salubridad (higiene), bajos niveles de compuestos químicos (minerales, iones y aniones) y, además, libre de microorganismos (bacterias, virus, hongos y algas). AUTOR: Aníbal Fernández Mayer. 1) Técnico de la EEA INTA Bordenave (CERBAS) (Bs As). Master Sc, y Doctor en Cs Veterinarias, (Univ. Agraria La Habana, CUBA). Especializado en Nutrición de bovinos. Correo: afmayer56@yahoo.com.ar; fernandez.anibal@inta.gob.ar
Acceder al trabajo completo en archivo adjunto.
No hay comentarios aún.