Especialistas de la UNNE sostienen que al ser la región nordeste una zona endémica de Leishmaniasis debería también realizarse la búsqueda y detección de la enfermedad en gatos, que si bien es rara la infección en felinos, igualmente podría jugar un rol en la cadena epidemiológica de esta enfermedad vectorial. Desde la Cátedra “Salud Pública” y el “Servicio Veterinario de Biología Molecular” de la Facultad de Ciencias Veterinarias realizaron tiempo atrás un estudio aplicando técnicas de biología molecular detectando leishmania en la especie felina en la ciudad de Corrientes.
Los profesionales de la Facultad de Ciencias Veterinarias señalaron que en la literatura los casos de infección por Leishmania sp. en gatos domésticos son considerados como raros y esporádicos.
No obstante, la leishmaniasis en gatos fue reportada en varios países en los cuales esta zoonosis es endémica, tales como Portugal, España, Italia, Francia, Grecia, Israel, Palestina y Brasil.
“Si bien la leishmaniasis Cutánea es la más comúnmente hallada en gatos, la variedad Visceral también está presente en esta especie” explicó la doctora Raquel Ruiz, investigadora del equipo de investigadores conformados por María Bárbara De Biasio, Natalia Ramírez, Cristian Bastiani y Elsa Alegre.
Existe una gran controversia sobre el rol que desempeñan los gatos en la cadena epidemiológica de la leishmaniasis, pues algunos investigadores los consideran reservorios y otros afirman que son reservorios secundarios o solo huéspedes accidentales.
Pero lo que sí se destaca es que la mayoría de los reportes de casos en gatos se originan en zonas endémicas de leishmaniasis canina, como hoy se presenta la región nordeste argentina.
Por ello, los investigadores de la Cátedra de Salud Pública y el Servicio Veterinario de Biología Molecular remarcaron la necesidad de promover la denuncia de nuevos casos de leishmaniasis en gatos, así como la realización de estudios epidemiológicos para establecer de manera fidedigna el rol que desempeñan en la cadena epidemiológica de esta enfermedad en el nordeste argentino.
Sostienen que ante el progresivo incremento del número de felinos criados como mascotas, resulta necesario esclarecer su participación en el ciclo epidemiológico de la enfermedad, para lo cual deben reportarse casos que permitan establecer su prevalencia en gatos e identificar la especie o especies del parásito halladas.
Sobre la dificultad de diagnóstico, los especialistas comentan que los síntomas clínicos de la leishmaniasis felina son inespecíficos y en ocasiones similares a los signos presentados en la especie canina, lo cual torna difícil el diagnóstico. Incluso la leishmaniasis Cutánea en gatos puede ser frecuentemente confundida con otras patologías como las micosis.
La doctora Ruiz señaló que si bien los casos detectados de leishmaniasis en gatos son poco frecuentes, al ser el nordeste argentino una región endémica, podría existir una población sub-diagnosticada la cual en alguna situación epidemiológica especial, los felinos podrían jugar un rol importantes en la diseminación de esta parasitosis, motivo por el cual deben realizarse búsquedas de casos en trabajos epidemiológicos y denuncia de casos por parte de profesionales veterinarios que así lo detecten.
“Los datos así recogidos nos permitirían conocer la situación actual y real de esta parasitosis en esta especie animal en nuestra región” manifestó.
Destacó la importancia de aplicar técnicas altamente sensibles tales como las de biología molecular para poder detectar no solo la presencia del parásito si no también identificar su especie.
Foto: Milena Vargas
Fuente: http://www.diariochaco.com
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