Este servicio de la Comunidad ya funciona en la unidad de psiquiatría para adolescentes del Gregorio Marañón, y también en tres residencias de ancianos, y pronto funcionará en el Hospital de La Paz.
Sira, Mamba, Danka y Don son cuatro magníficos labradores , tranquilos y bonachones, especialistas en curar. No son médicos, pero sí terapeutas. Y amigos, y cuidadores, y enfermeros, y sanadores... su instinto, su entrenamiento y la buena mano de las «docterapeutas» que los acompañan hacen maravillas en centros de mayores, hospitales y residencias para niños con necesidades especiales. Forman el Servicio de Intervención Canina que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid.
La utilización de animales en determinadas terapias lleva tiempo demostrando su eficacia. En este caso, los perros de la Comunidad de Madrid llegan a residencias de mayores, a colegios para niños autistas, o a la Unidad de Psiquiatría del niño y el adolescente del Hospital Gregorio Marañón, siempre con magnificos resultados. Los animales despiertan el interés de los pacientes y logran establecer un puente de comunicación y de relación con ellos.
Cambiarles la cara
Como este miércoles, en la residencia de la tercera edad Vista Alegre, en Carabanchel: los cuatro labradores cambiaron la cara de los abuelos cuando entraron en la sala. Darles de comer, jugar con las tarjetas de actividades que llevaban en una especie de peto atado a su cuerpo, o simplemente pasar un rato acariciándoles el lomo les sacó de su rutina y su ensimismamiento, y les hizo pasar un buen rato.
Las terapias caninas se desarrollarán siempre en zonas exteriores o en lugares con accesos directos. El Gobierno regional ha desarrollado, junto con el Colegio de Veterinarios, un protocolo de salud y prevención de zoonosis -enfermedades de los animales que puedan comunicarse a las persona- de los perros.
Como explicaba una de las terapeutas, la actividad «sirve para facilitarles la movilidad, cuando dan un paseo con el perro; para trabajar la motricidad, cuando se agachan a darle algo; o en lo que llamamos motricidad fina, tomando con los dedos unas pequeñas piezas de pienso para ponérselas en la boca a estos «enfermeros de cuatro patas».
Gumersindo Rodríguez presume ante todos de sus 101 años muy bien llevados. Con una lucidez envidiable, menciona que «estoy muy informado; cada día leo tres periódicos, el ABC, el País y el Mundo». El perro le encanta; nunca tuvo uno en su más de un siglo de vida. El Colegio de Veterinarios y la Universidad Rey Juan Carlos colaboran en este programa, que ahora se quiere extender a otros centros de mayores, a colegios públicos de la Comunidad y también saltará al Hospital de La Paz, y al Centro de Alzheimer de la Fundación Reina Sofía.
Trastornos de aprendizaje
Además, en el Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid se preparará a algunos perros para que interactúen con escolares de colegios públicos de Valdemoro (el Nobelis), Majadahonda (colegio San Jaime) y Móstoles (colegio Alonso Cano y Vicente Aleixandre). En este caso, el objetivo principal es atender a niños con trastorno de aprendizaje, hiperactividad y otros problemas.
También se van a analizar qué beneficios tienen estas acciones que se han desarrollado con menores que tienen que declarar en un juicio, para tranquilizar al menor y favorecer testimonios más fluidos y detallados.
La actividad que ahora comienza de forma experimental tiene por delante un largo camino que recorrer. Y que llevará, explicaba el miércoles la presidenta regional Cristina Cifuentes, a encontrar fórmulas para que los perros puedan visitar a sus dueños cuando éstos estén en residencias o ingresados en hospitales de larga estancia.
Las terapias caninas se desarrollarán siempre en zonas exteriores o en lugares con accesos directos. El Gobierno regional ha desarrollado, junto con el Colegio de Veterinarios, un protocolo de salud y prevención de zoonosis -enfermedades de los animales que puedan comunicarse a las persona- de los perros.
Fuente: http://www.abc.es
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