Bioeconomía circular: poniendo valor a los residuos

Nuestro país tiene un potencial significativo para la generación de biogás a partir de biomasa residual, y, en particular, en algunas regiones, a partir de los efluentes de diferentes actividades pecuarias intensivas. A su vez, la gestión del estiércol constituye una oportunidad de negocio que está disponible en los sistemas productivos.

Los biodigestores son equipos donde se producen procesos biológicos en el que la materia orgánica en ausencia de oxígeno y mediante la acción de un grupo de bacterias específicas, se descompone en un producto gaseoso (biogás) y en digestato (fertilizantes orgánicos). Dos residuos que podemos aprovecharlo como insumos, a la vez que colaboramos con la preservación del ambiente.

Transformar los residuos en productos 

La tecnología de digestión anaeróbica permite transformar los residuos en energía y en un efluente llamado digerido, rico en nutrientes y elementos esenciales con alto potencial para ser utilizado como biofertilizante.

El sector agrícola-ganadero desempeña un rol importante en el uso de la tecnología de digestión anaeróbica bajo el concepto de economía circular, debido a su potencial de transformación de los residuos en recursos y en productos que pueden reingresar al sistema productivo.

Los biodigestores son utilizados para resolver dos grandes problemas actuales:

1- Disminuir la contaminación ambiental que producen los residuales orgánicos que generan los criaderos de cerdos y pollos, tambos, feedlot, industrias lácteas, frigoríficos y residuales de ciudades.

2- Revaloriza las producciones añadiendo valor agregado por:

*La producción de energía en forma de biogás que se puede utilizar para la calefacción o sistemas de enfriamientos según sean necesario, así como para instalar grupos electrógeno capaces de cubrir las necesidades de consumo de energía eléctrica y con ello lograr la independencia energética.

*La producción de fertilizantes orgánicos sólidos y líquidos de excelente calidad para plantaciones, forrajes verdes hidropónico, hidropónicos invernaderos y espirulina. En este sentido, el estiércol deja de ser un desecho para convertirse en un producto disponibilidad como fertilizante orgánico para su propio consumo o para la venta.

En resumen, la instalación de un biodigestor:

- Permite realizar el tratamiento de los residuales orgánicos.

- Producir biogás capaz de cubrir las necesidades de consumo de energía eléctrica y con ello lograr la independencia energética.

- Disponer de fertilizantes orgánicos líquidos y sólidos para su propio consumo o para la venta.

- Tener disponibilidad de agua libre de sólidos, pero rica en nutrientes para su utilización en fertirriegos, producción de espirulina, o utilización en hidropónicos invernaderos.

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TAGS: Energía renovable. Energía limpia. Economía circular. Bodigestor. Biogas. Producciones agropecuarias. Bioeconomía

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