Los primeros casos de infección de mamífero a mamífero por H5N1 se confirmaron en una granja de visones en España en octubre de 2022.
La influenza aviar, conocida como gripe aviar, es causada por virus de influenza tipo A, principalmente adaptados a especies de aves, incluidas las domesticadas y las aves de corral. La gripe aviar puede infectar bandadas enteras en cuestión de días y se transmite a través de secreciones respiratorias, heces y saliva.
La transmisión puede ocurrir directamente y a través de alimentos y agua contaminados. En particular, los virus de la gripe aviar son extraordinariamente resistentes y pueden sobrevivir durante períodos prolongados, incluso a bajas temperaturas. Según los estándares de patogenicidad, las cepas de gripe aviar se dividen en altamente patógenas y poco patógenas. La influenza aviar altamente patógena (HPAI), una variación altamente transmisible de la gripe aviar, está relacionada predominantemente con las cepas H5N1 y H7N9 de los virus de la influenza tipo A. La H5N1 es la más extendida de las cepas de IAAP y se aisló por primera vez en 1996 de gansos de granja en China.
El mundo está atravesando el brote de gripe aviar más grande jamás registrado, que está afectando a las poblaciones de aves de corral y silvestres. La endemia es la mayor registrada en Europa, América del Norte y Japón y está impulsada principalmente por el virus de la gripe aviar H5N1, clado 2.3.4.4b. En 2022, las infecciones por IAAP con virus H5N1 del clado 2.3.4.4b provocaron la pérdida de 131 millones de aves de corral en 67 países. La enfermedad se propagó rápidamente en 2023 y se han notificado infecciones en 14 países más.
Además, la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH) informó que durante las cuatro semanas entre el 5 de mayo y el 1 de junio de 2023, se notificaron 82 y 198 brotes en aves de corral y no aves de corral, respectivamente, con más de 860.000 muertes en aves de corral. El actual brote de IAAP ha afectado a más aves silvestres que nunca, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que casi 42 millones de aves domésticas y silvestres pueden haber sido infectadas desde el origen documentado de la endemia en los Países Bajos en octubre de 2021.
De hecho, la IAAP se ha convertido en una pandemia de importante preocupación mundial y varios países como el Reino Unido, Estados Unidos y Japón han sufrido pérdidas desastrosas de aves de corral. Las estimaciones de la OMS indican que al menos 60 países pueden haber estado expuestos a la pandemia de IAAP.
Un grupo de investigadores de Perú ha repasado la situación actual de la influenza aviar, reparando el impacto de la enfermedad en los humanos, y planteando la cuestión de si “estamos preparados para hacer frente a otra posible pandemia”.
MAYOR INFECTIVIDAD EN LOS MAMÍFEROS
Se cree que la alta prevalencia de la infección en aves silvestres puede haber avivado la rápida propagación de la IAAP a través de los continentes, permitiendo su transmisión desde Europa y Asia a América del Norte. Cabe señalar, explican los autores, que las aves migratorias silvestres, en particular las aves acuáticas, son los vectores naturales (huéspedes y reservorios) de los virus de la gripe aviar. La alta prevalencia y la incubación prolongada de los virus de la gripe aviar en los tractos respiratorio e intestinal de estas aves pueden provocar una mayor propagación a largas distancias, incluso entre continentes, a lo largo de las vías migratorias.
Se sabe que la IAAP se manifiesta principalmente en aves; sin embargo, en casos raros, las infecciones pueden provocarse en otros animales, incluidos los humanos. Según Gregorio Torres, miembro de la WOAH, es más probable que el virus de la gripe aviar cambie a una forma más patógena y transmisible.
Lo que es más preocupante es que también puede provocar una mayor infectividad y patogenicidad en los mamíferos. De hecho, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, advirtió recientemente sobre una posible pandemia de gripe aviar entre humanos.
Los primeros casos de infección de mamífero a mamífero por H5N1 se confirmaron en una granja de visones en España en octubre de 2022. Este brote resultó alarmante por dos razones; la primera fue la adaptación del virus de la gripe aviar a la patogenicidad en mamíferos, y la segunda razón fue que los visones están estrechamente relacionados con los hurones domésticos. Desde entonces, muchas autoridades de renombre han informado de la propagación de infecciones por gripe aviar en muchos mamíferos. Más recientemente, se confirmó la propagación de la cepa H1N5, clado 2.3.4.4b, en especies de mamíferos marinos
Igualmente, los autores consideran “preocupante” que recientemente se haya diagnosticado a gatos domésticos con gripe aviar H5N1 (clado 2.3.4.4b) en Polonia, como recogía Diario Veterinario. Estos recientes descubrimientos sobre la transmisión de la gripe aviar de mamífero a mamífero “no auguran nada bueno”.
UNA TENDENCIA INQUIETANTE
Las infecciones humanas por los virus de la gripe aviar pueden seguir un patrón de transmisión aérea, similar al SARS-CoV-2/COVID-19. La interacción prolongada y sin protección con aves domesticadas es la razón principal, consideran, del aumento de la probabilidad de infección de la gripe aviar humana. Los síntomas similares a los de la gripe en tales casos pueden variar desde cambios leves o no perceptibles hasta alteraciones graves e incluso la muerte.
Los primeros casos documentados de infección humana por el virus de la influenza A H5N1, indican los autores, se informaron en Hong Kong en 1997 y se remontaron a aves acuáticas domésticas y silvestres en Guangdong, China. Si bien el número de casos humanos de gripe aviar en este brote se limitó a 18, la infección provocó la muerte de 6 de estos sujetos, una desalentadora tasa de mortalidad del 33 %. Desde entonces, se han informado esporádicamente infecciones de gripe aviar en humanos. La OMS ha informado que ha habido más de 890 casos humanos de infecciones por H5N1 en 22 países desde noviembre de 2003. Es preocupante que haya habido una tasa de mortalidad vertiginosa del 53%. Sin embargo, los datos también indican que la infectividad del H5N1 permaneció lo suficientemente débil en humanos como para no desencadenar brotes más grandes, “posiblemente debido a la rareza de la transmisión de persona a persona”.
Se descubrió que casi todos los casos humanos de gripe H5N1 estuvieron expuestos a aves de corral infectadas. Aún “no ha habido evidencia de que el virus haya podido pasar de los mamíferos recién infectados a las personas”. Por lo tanto, el riesgo para la salud pública de un brote de gripe aviar sigue siendo bajo, pero el hecho de que se transmitiera de aves a mamíferos y luego se propagara entre ellos “indica una tendencia inquietante”.
En muchos países está aumentando el número de mamíferos salvajes que contraen patologías similares a la IAAP. La preocupación mundial va en aumento y la situación se ha vuelto bastante grave, con la preocupación de que pueda convertirse en una nueva pandemia.
Coincide en este punto Úrsula Hoffel, investigadora del IREC (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos) - CSIC, que recientemente explicaba en declaraciones en exclusivas a este medio que la gripe aviar “para los científicos era el candidato para una pandemia, pero le adelantó el Covid”.
La propagación del virus de la gripe aviar de aves a mamíferos ha aumentado el riesgo de que se propague a los humanos. La situación puede volverse desastrosa, consideran, si el virus muta en variantes con mayor capacidad de infección y transmisión humana.
“EL MUNDO ESTÁ MAL PREPARADO PARA OTRO BROTE”
A pesar de la prolongada pandemia de Covid-19 “de la que no nos hemos recuperado completamente, el mundo está mal preparado para otro brote”. Por ello, los investigdaores comentan que “es necesario iniciar urgentemente medidas a través de diversas directivas del gobierno y de organizaciones intergubernamentales en respuesta a la pandemia de IAAP”. Según las directrices de la WOAH, la primera línea de defensa contra la gripe aviar es la identificación temprana del brote de la enfermedad. Un sistema de alerta preciso “puede ayudar a dar una respuesta eficaz y oportuna para prevenir y controlar la propagación del brote en la región geográfica en cuestión y en lugares cercanos y lejanos”.
Igualmente, apuntan que es necesario desarrollar marcos estratégicos “Una Sola Salud” entre la OMS y la WOAH, entre otras entidades, para contener y prevenir la pandemia. Es posible que las medidas de bioseguridad contra enfermedades altamente infecciosas y patógenas “nunca sean perfectas, como descubrimos durante la pandemia de COVID-19; sin embargo, se deben diseñar e implementar estas medidas de precaución”.
En conclusión, considerando el riesgo probable de que la pandemia afecte a la vida humana, “debemos estar atentos y garantizar que se implementen todas las medidas preventivas y de precaución para garantizar que se contenga la propagación de la gripe aviar en especies de mamíferos”.
La educación pública “también debe considerarse desde el principio a través de las redes sociales, desde la comunidad científica hasta el público, para contrarrestar la información errónea”. Cuanto más circula el virus en los mamíferos, mayor es el riesgo de generar una nueva variante adaptada a la transmisión humana. Al igual que con la pandemia de COVID-19, “esto podría desarrollar variantes aún más nuevas con mayor patogenicidad, transmisibilidad y virulencia en humanos”.
Fuente: https://www.diarioveterinario.com/
TAGS: Gripe aviar. Salud pública. Una Salud. One Health. Pandemia.
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