Utilizando las experiencias adquiridas, “la rabia podría idealmente transformarse en una enfermedad tratable”.
La rabia es una enfermedad zoonótica endémica en la mayoría de los países africanos y asiáticos con una de las tasas de letalidad más altas de todas las zoonosis. Más del 95 % de los aproximadamente 59.000 casos anuales de rabia en humanos se atribuyen a mordeduras de perros según la Organización Mundial de la Salud. La rabia se puede prevenir, y el objetivo de eliminar la rabia humana transmitida por perros se ha formulado como el programa "Cero para 30", manifestado en un Plan Estratégico Global de la Coalición Unidos contra la Rabia.
Pero incluso en regiones con grandes avances hacia la eliminación de la enfermedad, estos éxitos siguen siendo frágiles y difíciles de mantener cuando las intervenciones se debilitan o se detienen porque un país o región ya no es endémico.
One Health es un enfoque integrado y unificador que tiene como objetivo equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas, y generar un valor incremental al unir fuerzas interdisciplinarias. El enfoque reconoce que la salud de los seres humanos, los animales domésticos y salvajes, las plantas y el entorno más amplio (incluidos los ecosistemas) están estrechamente vinculados y son interdependientes.
Los enfoques de One Health han demostrado contribuir a la resiliencia de las comunidades y los sistemas de salud mucho antes de que el mundo se viera afectado por la pandemia de COVID-19 que condujo a un aumento del interés por el One Health en la opinión pública.
En el caso de la rabia transmitida por perros, la necesidad de una estrecha colaboración entre los sectores animal y humano se ha evidenciado y reconocido durante muchos años. Los expertos en la materia han estado enfatizando la importancia de la colaboración entre los sectores implicados. La aplicación de un enfoque de One Health también es un aspecto central del Plan Estratégico Global hacia la eliminación de la rabia humana transmitida por perros, no solo como un medio para la eliminación exitosa de la rabia, sino también como un ahorro económico demostrado.
Sobre este asunto, un grupo de expertos internacionales, con participación de diversos países como Perú, Brasil, Kenia o Suiza, ha realizado un trabajo de investigación, recopilando artículos que muestren experiencias, enfoques innovadores y visiones para alcanzar la meta "Cero para 30", con un enfoque especial en la importancia de One Health para el control de la rabia, no solo en la interfaz zoonótica huésped-agente directo, sino también considerando aspectos ambientales, sociológicos y geopolíticos.
Un total de 147 autores contribuyeron en este trabajo con la aportación de varias publicaciones relacionadas con el tema.
EMPODERAMIENTO POLÍTICO DEL SECTOR VETERINARIO
La reciente pandemia de COVID-19 le ha dado al paradigma One Health un impulso sin precedentes en la conciencia pública, pero con demasiada frecuencia en la dirección puramente de preparación y respuesta ante una pandemia, en detrimento de las enfermedades endémicas y desatendidas.
Los autores recogen los efectos disruptivos de la pandemia de COVID-19 en el control de la rabia, destacando que “la vacunación masiva de perros en 2020 se llevó a cabo según lo planeado en solo el 5 % de los países encuestados, el acceso a la profilaxis posterior a la exposición (PEP) disminuyó, mientras que la información empeoró en muchos lugares”, y llegan a la conclusión de que los servicios veterinarios ahora deben asumir el liderazgo y garantizar que se conviertan en una parte integral e irreemplazable de los servicios de salud pública a escala local, regional y mundial.
IMPORTANCIA DE CONSIDERAR EL CONTEXTO CULTURAL
Los aspectos sociales y culturales desempeñan un papel primordial en lo que respecta a la prevención y el control de las enfermedades zoonóticas, en particular las enfermedades que implican vínculos estrechos entre humanos y animales, como la rabia. Los investigadores han resaltado la importancia de comprender los diversos contextos culturales y religiosos en los que los humanos se relacionan con los animales. Se refieren especialmente a los enfoques tradicionales de tratamiento, como la curación por la fe, y las actitudes motivadas por la religión hacia la rabia, como aceptar una enfermedad como expresión de una voluntad divina, al diseñar estrategias de eliminación de la rabia.
“Varios artículos describen la actitud hacia el concepto de salud y enfermedad como determinantes de la negativa a recibir profilaxis posterior a la exposición para la rabia, y destacan, entre otros, motivos religiosos como la supuesta impureza del perro como barreras para su manejo en la República de Chad”.
También apuntan al impacto de los factores socioeconómicos en el conocimiento, las actitudes y las prácticas de los dueños de perros hacia la vacunación canina en Tailandia.
MEJORA DE LA VACUNACIÓN CANINA Y TRATAMIENTO ANTIRRÁBICO
Como se ha demostrado desde hace décadas, la rabia se puede prevenir por completo mediante la vacunación de perros (para eliminarla en la principal población reservorio) y de personas (para prevenir el desarrollo de la rabia después de la exposición).
Con el objetivo de facilitar la planificación de campañas de vacunación canina, los autores mencionan la posible sustitución de las vacunas parenterales por vacunas orales contra la rabia.
En el contexto de la vacunación humana, informan sobre la dependencia continua de la profilaxis posterior a la exposición en Brasil, dado que la rabia canina aún no se ha eliminado y la incidencia de mordeduras de perros sigue siendo alta. Dado que el uso de profilaxis posterior a la exposición se puede optimizar al evaluar el riesgo individual de rabia para la víctima de la mordedura, los autores abogan por cerrar las brechas de conocimiento sobre la administración de profilaxis posterior a la exposición en colaboración con profesionales de la salud y, al mismo tiempo, mejorar la comunicación entre las autoridades sanitarias y veterinarias.
Por otro lado, argumentan que apenas se ha avanzado en el tratamiento de pacientes infectados con el virus de la rabia y abogan por un tratamiento combinado en investigación de perros infectados naturalmente como modelo para un escenario clínico en humanos. Utilizando las experiencias adquiridas, “la rabia podría idealmente transformarse en una enfermedad tratable”.
EL PAPEL DE LA VIDA SILVESTRE
Desde 1980, Sudamérica ha dado los mayores pasos hacia la eliminación de la rabia canina. La mayoría de los países latinoamericanos no han experimentado ninguna muerte por rabia humana durante años, principalmente debido a la vacunación masiva de perros durante una década. Mientras tanto, el foco de las infecciones se ha desplazado a otra interfaz: la que existe entre los humanos o los animales domésticos y los reservorios de vida silvestre.
Murciélagos como Desmodus rotundus siguen siendo transmisores del virus de la rabia en países como Brasil y México. Se discute que la relevancia epidemiológica de estas especies para la transmisión y eliminación de la rabia depende de varios factores ambientales como los cambios antropogénicos, por lo que requiere vigilancia continua. Esto destaca la “importancia de incluir el ecosistema como parte integral del enfoque One Health con respecto al control de la rabia, particularmente cuando el control de la rabia en perros está muy avanzado”.
SOLUCIONES UNA SOLA SALUD
Este tema de investigación llega en un momento en que el concepto de “Una Sola Salud” se comprende mejor y es más popular que nunca, mientras que los países se esfuerzan por implementar estrategias de One Health y vincularlas con sus planes para eliminar la rabia.
El Foro Unidos contra la Rabia proporciona desde 2020 una red internacional colaborativa de socios de diferentes sectores y disciplinas para mejorar la coordinación intersectorial, reducir la fragmentación y apoyar a los países en sus esfuerzos de eliminación de la rabia.
A nivel local, regional y global, “necesitamos más que nunca un desarrollo sanitario fortalecido e integrado (veterinaria, humana y ambiental) para enfrentar desafíos como las epidemias y el cambio climático”, reclaman los autores.
Los programas de control de la rabia pueden contribuir a desarrollar la capacidad de One Health y, por lo tanto, abrir oportunidades para abordar otras amenazas zoonóticas, como aquellas con potencial pandémico. “Mejorar la coordinación, la colaboración, la comunicación y el desarrollo de capacidades de One Health para luchar contra la rabia contribuirá a este fin”, concluyen los autores.
Fuente: diarioveterinario.com
TAGS: Rabia. Veterinaria. Salud pública. Una Salud. One Health
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