La Universidad Nacional del Nordeste Argentino busca soluciones para el control de la Rabia Paresiante con tecnología GPS

La utilización de nuevas tecnologías permite recopilar datos específicos sobre los hábitats del Desmodus rotundus. Con ellos se confeccionarán mapas y cartografía certeros que servirán para hacer frente a la problemática de la Rabia Paresiante.

La Rabia Paresiante o Desmodina es causada por un virus transmitido por una única especie de murciélago hematófago, el Desmodus rotundus. En el país es considerada una problemática sanitaria y económica por las grandes pérdidas productivas que genera en el ganado. Desde el servicio de Extensión “Salud Pública Veterinaria” de la UNNE trabajan desde 2009 en el estudio, vigilancia y control del vampiro. Actualmente, estudiosos de la UNNE incorporan conocimientos sobre el uso del GPS para obtener soluciones efectivas para el problema.

Días atrás se dictó en la Biblioteca BAUNNE del Campus Sargento Cabral de la UNNE el primer Taller sobre “Generación y aplicación de datos obtenidos mediante el uso de GPS” organizado por el Laboratorio de Tecnologías de la Información Geográfica UNNE-CONICET; esta capacitación se desarrolló en el marco del Programa “Vigilancia Ecoepidemiológica y Control del Desmodus Rotundus (vampiro común) en la provincia de Corrientes” impulsado desde la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE –con el doctor Omar Bottinelli a la cabeza- en forma conjunta con el Ministerio de la Producción, Trabajo y Turismo –MPTT- de la provincia de Corrientes.

Ambas instituciones son desde el 2009 los precursores de una intensa movida de salud pública que trabaja llevando información a las poblaciones en riesgo e investigando para dar con una solución efectiva para el problema de la Rabia Paresiante.

Es en este marco que Bottinelli junto a su equipo multidisciplinario integrado por profesionales médicos, bioquímicos, biólogos, geógrafos y estudiantes veterinarios lleva información a los productores y habitantes de las zonas con alta presencia vampírica, enseña sobre los cuidados a tener en cuenta y cómo reconocer y actuar ante la presencia del Desmodus rotundus; además realizan capturas en las zonas visitadas que sirven a los fines de la investigación del grupo. “Lo significativo de esta labor que venimos realizando –sostiene Bottinelli- es el compromiso asumido por profesionales de las más diversas disciplinas, porque sabemos que los resultados serán exitosos si abordamos el problema desde un enfoque multidisciplinar”.

En este contexto los profesores en Geografía Félix Ignacio Contreras y Luis Oscar Pyszczek y la bióloga Carolina Ramírez dictaron el Taller de generación y aplicación de datos obtenidos mediante el uso de GPS en el que se explicaron en detalle cuestiones básicas sobre el uso y las aplicaciones del Sistema de Posicionamiento Global –GPS- para la realización de cartografía temática.

GPS y telemetría para identificar nidos de vampiros

El uso de esta nueva herramienta tecnológica, el GPS, servirá puntualmente al equipo de veterinarios de la UNNE liderados por Bottinelli para enriquecer sus trabajos de campo vinculados al Desmodus rotundus. El GPS permitirá recabar datos precisos sobre los hábitats de los vampiros con los que se confeccionarán mapas y cartografía certeros que servirán para hacer frente a la problemática de la Rabia Paresiante.

La inquietud que llevó a la incorporación del uso del GPS al equipo surgió en virtud de la dificultad de los investigadores a la hora de detectar los nidos de los murciélagos. Los estudiosos vieron en esta nueva tecnología la posibilidad de determinar con exactitud los puntos de mayor avistaje de vampiros para ubicar así sus nidos.

En una etapa posterior, el grupo tiene previsto realizar capturas nocturnas de Desmodus rotundus para implantarles micro-chips, los que servirán para localizar con mayor precisión sus refugios y lograr así quitar las poblaciones intermedias de quirópteros, que es la forma de controlar la proliferación del virus de la rabia paresiante. “Si tenemos tres colonias y eliminamos la intermedia, explica Bottinelli, logramos que los vampiros de los refugios extremos ya no se conecten, porque estos quirópteros vuelan solo algunos kilómetros para intercomunicarse con sus pares. Si se logra bajar las densidades y se separan las distancias entre colonias -a más de 20 kilómetros entre una y otra- se asegura la no circulación del virus desmodino, porque la rabia paresiante solo circula entre vampiros.

El profesor de Geografía, Félix Ignacio Contreras integra el equipo de trabajo del Instituto de Investigaciones Geohistóricas de la UNNE del Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE y a su vez trabaja en el Laboratorio de Tecnologías de Investigación Geográfica –LTIG-. Contreras es también parte del equipo multidisciplinario de trabajo del doctor Bottinelli y explica que la idea central de fusionar su especialidad con el programa de Rabia Paresiante radica en colaborar en lo vinculado a manejo y tratamiento de datos relevados en terreno. “Una vez que el grupo de investigación detecta el nido o los vampiros nosotros podemos establecer las áreas de influencia del murciélago y en función de eso, confeccionar mapas de riesgo” explica el geógrafo. Bottinelli subrayó al respecto la importancia de contar en el trabajo de investigación con profesionales especializados en cartografía porque le brinda al estudio una dimensión mucho más amplia y cierta.

Datos a tener en cuenta

En esta región, el Desmodus rotundus o vampiro común (también conocido como mboipí-pitá) es la única especie de murciélago hematófago, que se alimenta exclusivamente con sangre de mamíferos como vacas, caballos, cerdos y eventualmente seres humanos.

Geográficamente, la provincia de Corrientes tiene mayor presencia vampírica en el margen noroeste, en casi toda la ribera del río Paraná.

Para advertir la presencia del vampiro es necesario controlar que en el suelo, árboles, pozos y casas abandonadas cercanas no se encuentre materia fecal semilíquida, pegajosa y con fuerte olor amoniacal.

Si los animales presentan movimientos incoordinados en las extremidades posteriores, salivación excesiva y espumosa, pupilas dilatadas, pelo erizado, somnolencia, depresión con lagrimeo y catarro nasal, estreñimiento pronunciado o dificultad para orinar, entre otras, se debe realizar la denuncia de manera urgente porque son sintomatologías compatible con la rabia paresiante.

Si esto sucede, comunicarse inmediatamente con las autoridades competentes. SENASA 0-800-999-2386, FUCOSA (03773) 42-1620/42-0883, al Servicio de extensión “Salud Pública Veterinaria” de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE (0379) 4425753, interno 164 o al Centro de Zoonosis de su localidad.

Fuente: http://www.corrienteshoy.com/vernota.asp?id_noticia=107585

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