El Conicet y la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, firmaron convenio

A través de un convenio firmado entre el Conicet y la Universidad Católica de Córdoba se instalará el primer instituto científico de doble dependencia del interior. Allí se producirá vacunas de administración oral a partir de patentes desarrolladas por investigadores locales.

Córdoba tendrá un instituto científico único en el país, que se destacará por el desarrollo de medicamentos novedosos y de gran importancia sanitaria.

El Centro de Investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas (Cidie) será el primer instituto científico dependiente del Conicet y de una universidad privada del interior del país.

La Universidad Católica de Córdoba (UCC) firmó un convenio para incorporar este centro como unidad ejecutora del organismo nacional y otros dos institutos, de ciencias naturales y ciencias sociales, como unidades asociadas.

Pero el Cidie será único porque también producirá medicamentos a partir de las patentes desarrolladas por el grupo de investigación de Hugo Luján, científico de Conicet y la UCC.

“De 11 años a esta parte, la universidad ha tenido un importante desarrollo en ciencia. Y siempre hemos favorecido la investigación de problemas con clara incidencia social. El aval del Conicet es reconocimiento a este trabajo”, comenta Rafael Velasco, rector de la UCC.

También destaca que esta alianza rompe varios clichés. “Es un acuerdo que se logra en Córdoba, y entre el Estado y una universidad católica”, indica.

El convenio prevé que la universidad construya un edificio de 700 metros cuadrados en el campus (en camino a Alta Gracia) como espacio provisorio para que Luján continúe con su trabajo. Estará listo a mediados de 2013.

El laboratorio definitivo tendrá tres mil metros cuadrados y también estará en el campus. Para ello, el Ministerio de Ciencia de la Nación aportará 10 millones de dólares.

“Los resultados de nuestros estudios permiten generar productos. La Nación y la UCC, como propietarios de las patentes, decidieron que esto no se licencie para que lo hagan los laboratorios multinacionales, sino que se realice en Argentina” destaca Luján.

“Cuando estos productos caen en manos de estas empresas, los venden carísimos y no llegan a quienes más lo necesitan. Eso es contrario a los valores de la universidad”, agrega Velasco.

Se trata de la producción de vacunas y otras drogas por vía oral, que ahora son inyectables. Por ejemplo, ya están avanzadas las pruebas para administrar oralmente la vacuna de la gripe, en un trabajo conjunto con un instituto francés.

“Necesitamos la ayuda de Francia porque en mi laboratorio no hay infraestructura para testear gripe con virus vivos, pero con el centro nuevo la vamos a tener. Tendrá toda la capacidad para trabajar con organismos muy patógenos con los más altos niveles de bioseguridad (nivel 4)”, explica Luján.

El investigador está apurado en continuar con su trabajo. “No puede ser un plan a largo plazo. Tiene que ser rápido por el problema de la piratería en la industria farmacéutica”, comenta.

Gracias a las investigaciones de Luján, Conicet y la UCC ya tienen tres patentes: la vacuna para Giardia (el parásito responsable de la mayoría de las diarreas en el mundo), que ya está aprobada para su uso veterinario; una plataforma de producción para vacunas orales y una tercera de la que no se puede revelar información. Cada una valdría varios cientos de millones de dólares.

Además, hay licencia para producir anticuerpos monoclonales (MAB) para diagnóstico y tratamiento de enfermedades y para usos científicos.

Las alternativas para producirlo son entre el Conicet y la universidad, o sumar a actores privados. “Lo importante es que hay una decisión de que este conocimiento se quede en Córdoba”, concluye Luján.

Y calcula que en el proyecto deberán estar involucrados no menos de 25 investigadores, más becarios. Ahora son sólo siete científicos en su grupo. Además se sumará mucha mano de obra para la producción.

“También servirá en la formación de estudiantes. No solo en el área biológica, sino en las áreas administrativa, comercial, legal y veterinaria, carreras que están presentes en la UCC”, agrega.

Muchos de estos productos requieren estudios clínicos para que sean aprobados. El Estado no tiene infraestructura para realizarlos, aunque está la idea de avanzar para captar este rubro multimillonario.

Qué producirá

Vacunas. Ya está lista para desarrollarse la vacuna veterinaria contra la giardiasis, una enfermedad parasitaria muy difundida en el mundo. También se podrán desarrollar vacunas orales que ahora son inyectables, como la de la gripe.

MAB. Los anticuerpos monoclonales (MAB) se usan para diagnosticar y neutralizar patógenos. “Queremos desarrollar un diagnóstico para la enfermedad aguda y congénita del Chagas, que hoy no existe, y también para lograr neutralizarla”, agrega Luján.

Kits. Ya desarrollaron un kit para detectar los tres parásitos intestinales más importantes. Ahora el diagnóstico es “a ojo”.

FOTO: Rector de la UCC, Rafael Velasco, y Hugo Luján, científico responsable de las patentes (La Voz / Raimundo Viñuelas).

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/ucc-cordoba-tendra-laboratorio-unico

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