Guías actualizadas que mejoran las técnicas de RCP en perros y gatos

Consideran que los equipos veterinarios pueden utilizar las recomendaciones de tratamiento contenidas en estas pautas para realizar RCP de alta calidad a perros y gatos. TAGS: Guías RCP. Perros. Gatos. Veterinaria. Medicina veterinaria. Salud animal.

La RCP es el único método práctico que ha demostrado lograr el retorno de la circulación espontánea (ROSC) en el entorno clínico veterinario para perros y gatos que experimentan un paro cardiopulmonar (CPA). Por esta razón, es importante que los profesionales veterinarios sepan cómo realizar una RCP correcta. Los informes de hospitales veterinarios de referencia o de emergencia sugieren que la supervivencia a la RCP en perros y gatos sometidos es baja y oscila entre el 5% y el 7% en perros y entre el 1% y el 19% en gatos. La evidencia ha demostrado que los perros y gatos que experimentan CPA en asociación con una causa aguda y reversible como la anestesia tienen significativamente más probabilidades de sobrevivir. Estos estudios subrayan la necesidad de mejorar las prácticas de RCP en la comunidad veterinaria de animales pequeños, especialmente donde se realizan comúnmente procedimientos anestésicos electivos.

Las primeras directrices de consenso basadas en la evidencia sobre RCP veterinaria fueron desarrolladas por la iniciativa de la Campaña de Reevaluación de la Resucitación Veterinaria (RECOVER) y se publicaron en 2012 (Directrices de RCP RECOVER 2012). Desde entonces, los procedimientos recomendados en las Directrices de RCP RECOVER 2012 han sido ampliamente aceptados como el estándar veterinario internacional para RCP en perros y gatos. Un estudio basado en una encuesta por Internet en América del Norte mostró que las prácticas de RCP cambiaron para cumplir con las Directrices de RCP RECOVER 2012 en comparación con las prácticas de RCP anteriores a la publicación de estas directrices.

El análisis de los mismos datos de la encuesta también reveló que los veterinarios que conocían las Directrices de RCP RECOVER 2012 tenían más probabilidades de adherirse a las recomendaciones de tratamiento basadas en evidencia contenidas en ellas que los veterinarios que no conocían las directrices.

Desde la publicación de las Directrices RECOVER RCP de 2012, más estudios humanos, caninos, felinos y de otro tipo han proporcionado evidencia para actualizar y mejorar las Directrices RECOVER RCP de 2012. Por lo tanto, la Iniciativa RECOVER buscó revisar las Directrices RECOVER RCP para perros y gatos a través de una evaluación, análisis y resumen exhaustivos de la evidencia. Las recomendaciones de tratamiento contenidas el documento son la culminación de ese esfuerzo para los dominios de Soporte Vital Básico (BLS), Soporte Vital Avanzado (ALS) y Monitoreo (MON).

TERAPIA DE SOPORTE VITAL BÁSICO

La terapia de soporte vital básico, según los autores, se define como la administración de compresiones torácicas externas y ventilación con presión positiva intermitente (IPPV) con la intención de apoyar el sistema cardiorrespiratorio en animales sin pulso y apneicos. La terapia de soporte vital básico puede realizarse en un entorno no clínico por personas capacitadas.

El objetivo de la terapia de soporte vital básico es, pues, apoyar el sistema cardiorrespiratorio mediante la administración de compresiones torácicas externas y IPPV. A menos que exista una orden de no reanimación, “la terapia de soporte vital básico debe iniciarse en cualquier perro o gato que no responda y esté apneico”. Los métodos utilizados para realizar la terapia de soporte vital básico varían según las características del paciente, el equipo y los suministros disponibles y la cantidad de reanimadores.

Así, el documento repasa distintos puntos a tener en cuenta a la hora de realizar la técnica, como la posición del paciente y del veterinario, la colocación de las manos, o la frecuencia y profundidad de las compresiones.

Por ejemplo, comentan que, en gatos y perros pequeños, las compresiones torácicas “superpuestas con las dos manos podrían comprimir demasiado el corazón”. Por lo tanto, en estos animales, recomiendan otras técnicas. Una de ellas es la técnica circunferencial de los dos pulgares, que comprime el corazón entre los pulgares y los dedos planos opuestos de las manos ipsilaterales.

Los autores también han repasado el uso de medidas de monitoreo complementarias, como la ecocardiografía o la información capnográfica.

Asimismo, han identificado lagunas de conocimiento que consideran que deben seguir explorándose, como la tasa de ventilación óptima durante la RCP en cualquier especie, o la eficacia de realizar compresiones torácicas con las manos planas versus los dedos entrelazados, o con la mano dominante versus no dominante en contacto con el paciente.

En resumen, “creemos que los equipos veterinarios pueden utilizar las recomendaciones de tratamiento contenidas en estas pautas para brindar RCP de alta calidad a perros y gatos”. Sin embargo, “los principios y prácticas recomendados en este documento tienen más probabilidades de generar resultados positivos para los pacientes cuando se combinan con capacitación interactiva y práctica”.

Por lo tanto, recomiendan enfáticamente que los profesionales veterinarios “participen en sesiones de capacitación basadas en simuladores para mejorar sus habilidades motoras y hacer que la aplicación de estos principios durante la RCP sea una rutina”.

Fuente: https://www.diarioveterinario.com/

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