Revelan pautas para el uso de opioides en el tratamiento del dolor en pacientes con cáncer

Una revisión analiza los mecanismos del proceso nociceptivo del dolor, el efecto del uso de opioides sobre el sistema inmune y su influencia en los mecanismos de crecimiento tumoral en pacientes oncológicos. TAGS: Manejo del dolor. Veterinaria. Opioides. Medicina Veterinaria. Cáncer. Tumor. Caninos. Felinos. Pequeños animales

Los avances en la comprensión de la fisiopatología del dolor y los estudios en este campo han demostrado que los animales tienen vías neuronales del dolor comparables a las de los humanos y que los gatos y los perros probablemente experimenten el dolor de manera similar.

Durante los últimos años, comprender los circuitos cerebrales para un control eficaz del dolor ha sido crucial para ajustar el manejo del dolor a las respuestas individuales del paciente y su estado actual. En este sentido, el refinamiento de las estrategias analgésicas es necesario para atender mejor las demandas del paciente.

En el ámbito del manejo del dolor oncológico se busca determinar protocolos analgésicos que mejoren el bienestar del paciente al minimizar o abolir el dolor y reducir su impacto en el sistema inmunológico y las células cancerosas.

Debido a su capacidad para reducir la sensibilidad nerviosa, los opioides son la base para controlar el dolor agudo moderado y severo. A pesar de su asociación con la progresión tumoral, agentes opioides específicos tienen propiedades inmunoprotectoras y se consideran alternativas seguras a la analgesia para pacientes con cáncer.

Teniendo todo esto en cuenta, un grupo de investigadores de Portugal ha llevado a cabo una revisión con el objetivo de analizar los mecanismos del proceso nociceptivo del dolor, el efecto del uso de opioides sobre el sistema inmune y su influencia en los mecanismos de crecimiento tumoral en pacientes oncológicos.

EL EFECTO DE LOS OPIOIDES EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER EN PERROS Y GATOS

“Los agentes opioides se han utilizado durante mucho tiempo para tratar el dolor moderado y severo en afecciones oncológicas y no oncológicas. Sin embargo, varios estudios demostraron la presencia de muchos efectos secundarios de la mayoría de los opioides, como un desequilibrio de los signos vitales, mayor predisposición a las infecciones, dependencia de fármacos, supresión inmunitaria e influencia en la capacidad de crecimiento tumoral”, apuntan los autores.

En este sentido, indican que, hasta hace poco, la morfina se consideraba el agente más utilizado en medicina humana y veterinaria para tratar trastornos dolorosos, a pesar de que las investigaciones demostraban que aumentaba la proliferación de células tumorales y suprimía las respuestas inmunitarias.

“La metadona es un analgésico eficaz, pero sus efectos sobre el sistema inmunitario y las células tumorales siguen siendo desconocidos debido a la falta de investigaciones científicas. Si bien el tramadol ofrece beneficios proinmunitario y antitumorales, su menor potencia analgésica hace necesaria una analgesia complementaria”, apuntan.

Es por ello por lo que los autores aconsejan que, para mitigar los efectos secundarios de los opioides, se lleve a cabo un manejo multimodal del dolor y se apliquen estrategias de ahorro de opioides, como la anestesia en dosis bajas o sin opioides.

“Estos enfoques requieren la integración de varios agentes analgésicos para garantizar un control eficaz del dolor, dado que la evitación completa de opioides puede no ser factible en muchos casos oncológicos”, apuntan.

Fuente: www.animalshealth.es

Comparte esta nota:

Escríbanos un Comentario

No hay comentarios aún.