Los parásitos modificados tenían una capacidad reducida para multiplicarse o sobrevivir dentro de los macrófagos. TAGS: Leishmaniasis. Leishmania. Salud animal. Sanidad animal.
Las leishmaniasis constituyen un conjunto de enfermedades graves que afectan mayoritariamente a poblaciones vulnerables. Están distribuidas a nivel mundial y son causadas por parásitos protozoarios del género Leishmania. Actualmente, aproximadamente 12 millones de individuos están infectados por este protozoo y más de 350 millones están en riesgo de infección. Estas enfermedades pueden clasificarse en leishmaniasis cutánea (LC), que se caracteriza por lesiones en la piel y/o mucosas, y leishmaniasis visceral (LV), en la que los parásitos presentan tropismo por órganos internos, como el hígado y el bazo, y pueden ser fatales si no se tratan. Anualmente se reportan un millón de casos de LC y más de 30.000 casos de LV en todo el mundo. L. infantum está ampliamente distribuido y es responsable de causar LV.
Solo hay unos pocos medicamentos disponibles para el tratamiento de la leishmaniasis, incluidos los antimoniales pentavalentes (por ejemplo, estibogluconato de sodio y antimoniato de meglumina), la anfotericina B y sus formulaciones, la miltefosina, el sulfato de paromomicina y el isetionato de pentamidina. La quimioterapia para la leishmaniasis presenta desafíos significativos debido a la alta toxicidad de los medicamentos, los protocolos de tratamiento largos y la aparición de cepas de parásitos resistentes a los medicamentos. El fracaso terapéutico también está asociado con el estado nutricional, la edad, el sexo y la inmunidad del paciente. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de identificar nuevos objetivos moleculares para desarrollar medicamentos contra la leishmaniasis.
En este contexto, la ascorbato peroxidasa (APX) es un objetivo molecular prometedor para la quimioterapia y juega un papel importante en la defensa antioxidante contra los tripanosomátidos. Las APX son enzimas de clase I que contienen hemo que reducen el peróxido de hidrógeno usando ascorbato para producir agua y monodeshidroascorbato en microorganismos fotosintéticos, plantas y tripanosomátidos, como Leishmania spp. Como Leishmania carece de la actividad de enzimas, como la catalasa, la glutatión peroxidasa dependiente de selenio, la glutatión reductasa y la tiorredoxina reductasa, depende de la vía de la tripardoxina para sobrevivir a los estallidos oxidativos durante la fagocitosis. Los estudios han demostrado que la enzima APX es importante para la supervivencia y diferenciación de L . major y L . amazonensis dentro de los macrófagos, así como para proteger a L . braziliensis de los efectos del antimonio trivalente y aumentando su tolerancia al estrés oxidativo.
PARÁSITOS MÁS SENSIBLES A LOS TRATAMIENTOS
Considerando la importancia de APX para el parásito, un trabajo realizado en Brasil ha explorado el impacto de la sobreexpresión y regulación negativa de APX en L. infantum sobre el crecimiento del parásito, la susceptibilidad a los fármacos antileishmania, la tolerancia al estrés oxidativo y la infectividad en los macrófagos THP-1.
El objetivo fue crear una línea de L. infantum sin APX mediante CRISPR/Cas9, lo que produjo parásitos LiΔchrAPX::LbAPX. Realizaron una caracterización fenotípica para evaluar el impacto de estas modificaciones genéticas, que incluyeron la determinación de los niveles de expresión de la transcripción de APX mediante PCR cuantitativa, la sensibilidad a fármacos, la infectividad y la supervivencia del parásito en macrófagos.
El análisis cuantitativo de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) reveló una reducción de 10 a 13 veces en la expresión de la transcripción de APX en LiΔchrAPX::LbAPX en comparación con los parásitos de tipo salvaje (LiWT) y con sobreexpresión de APX (Li::Cas9::LbAPX), respectivamente.
Los parásitos Li::Cas9::LbAPX mostraron una mayor resistencia al antimonio trivalente (Sb III ) y a la isoniazida, una menor tolerancia al H 2 O 2 y una infectividad de macrófagos sin cambios en comparación con LiWT. Por el contrario, los parásitos LiΔchrAPX::LbAPX fueron más sensibles al antimonio trivalente y a la isoniazida, exhibieron mayor susceptibilidad al estrés oxidativo inducido por H 2 O 2 y 72 h después de la infección, mostraron menos macrófagos infectados y amastigotes intracelulares en comparación con los parásitos LiWT.
“Los parásitos L . amazonensis deficientes en APX no pueden mantener su replicación en macrófagos, mientras que los parásitos que sobreexpresan APX tienen mayores tasas de supervivencia tanto in vitro como in vivo”. Los resultados del presente estudio demuestran, comentan los autores, que los clones mutantes de L. infantum con baja expresión de APX (LiΔchrAPX::LbAPX) tenían una capacidad reducida para multiplicarse o sobrevivir dentro de los macrófagos. Esto indica que “APX es necesario para la supervivencia del parásito y que la descomposición de H 2 O 2 mediada por APX es esencial para las etapas intracelulares de L . amazonensis y L . infantum”.
En resumen, “estos resultados indican que APX es una enzima esencial para la supervivencia de L . infantum y refuerza su papel crucial en la defensa contra el estrés oxidativo en estos parásitos y la posibilidad de su potencial como objetivo terapéutico para la leishmaniasis”.
Fuente: www.diarioveterinario.com
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