El tiempo que tarda en resolverse es variable, y la mayoría de los papilomas se resuelven en un plazo de 3 a 6 meses, “aunque las verrugas pueden estar presentes hasta dos años antes de la resolución espontánea”. TAGS: Virus del papiloma. Perros. Gatos. Medicina veterinaria. Veterinaria. Veterinarios. Salud animal. Pequeños animales
Además de causar papilomas hiperplásicos humanos (verrugas), se estima que los virus del papiloma (PV) también causan alrededor del 4% de todos los cánceres en personas. Si bien estos cánceres son causados por solo un pequeño subconjunto de los más de 200 tipos diferentes de PV humanos, los PV alfa de alto riesgo transmitidos sexualmente causan la mayoría de los carcinomas de células escamosas (CCE) cervicales, así como una proporción significativa de CCE de pene y boca humanos. En los perros, los PV causan papilomas virales (verrugas), pero a diferencia de los humanos, los PV parecen ser una causa rara de neoplasia canina. Los papilomas virales son extremadamente raros en gatos, pero hay cada vez más evidencia de que los PV pueden ser una causa poco reconocida de neoplasia en esta especie. En una revisión realizada a nivel internacional, los autores han analizado la literatura más reciente sobre los PV, junto con una descripción de las lesiones asociadas con la infección por PV en perros y gatos.
Los virus del papiloma son virus de ADN circular de doble cadena. La infección ocurre cuando el microtrauma permite que una partícula viral entre en contacto con las células basales del epitelio. El PV logra entrar y expresarse, lo que permite que se produzcan pequeñas cantidades de copias virales. A medida que las células basales se replican, el ADN del PV también se replica dentro de la capa de células basales, lo que permite la persistencia de la infección.
En estas lesiones, la infección por PV da lugar a una rápida división de las células epiteliales, lo que provoca un marcado engrosamiento del epitelio, el consiguiente plegamiento y el desarrollo de una verruga exofítica. Esta capacidad de las PV para promover el crecimiento y la división celular es también la base de su capacidad para influir en el desarrollo de la neoplasia.
Si bien el tipo de PV es el factor más importante para determinar el riesgo oncogénico de una infección humana por PV, los factores del huésped también son importantes. Por ejemplo, “existe una variabilidad individual en el tiempo que se tarda en generar una respuesta inmunitaria contra la infección por PV”, exponen. Una respuesta rápida “eliminará rápidamente una infección por PV, lo que hace menos probable que el ADN de PV se integre accidentalmente en el ADN celular”.
Los mecanismos por los cuales los PV inducen neoplasia en perros y gatos son menos comprendidos. Sin embargo, estudios de placas virales caninas y tumores de células de Merkel felinos muestran que, como en humanos, “la integración del ADN viral es probablemente importante en la progresión a neoplasia”.
Asimismo, en el caso de las mascotas, los factores del huésped son importantes en algunos tipos de neoplasias asociadas a PV, y algunas razas de perros y gatos tienen tasas mucho más altas de desarrollo de cáncer. Además, es probable que la exposición a factores ambientales, especialmente la luz ultravioleta, “sea importante para algunos cánceres de piel asociados a PV, especialmente en gatos”.
EL VIRUS DEL PAPILOMA EN PERROS Y GATOS
Los PV, indican, son altamente específicos de cada especie y se nombran según su especie hospedadora. Tanto los perros como los gatos son infectados por numerosos tipos de PV clasificados dentro de múltiples géneros. A la fecha de redacción de dicha revisión, los autores explican que existen 24 tipos de papilomavirus de Canis familiaris (CPV) y 7 tipos de papilomavirus de Felis catus (FcaPV). Además, se han secuenciado parcialmente otros tipos de ambas especies.
En cuanto a las consecuencias de la infección, comentan que la mayoría de las veces, en caso de un contagio por PV en perros y gatos, son cursos asintomáticos, y los estudios muestran que una gran proporción de perros y gatos están infectados por PV sin mostrar signos clínicos.
Si bien se requieren investigaciones adicionales, “parece que es probable que los animales se infecten asintomáticamente por algunos tipos de PV a una edad temprana y permanezcan infectados durante toda la vida”. En raras ocasiones, los cambios en los factores del huésped pueden permitir una mayor replicación viral, y las infecciones previamente asintomáticas pueden volverse clínicamente visibles como lesiones preneoplásicas o incluso neoplásicas, señalan.
LESIONES POR VIRUS DEL PAPILOMA EN PERROS
Los papilomas virales (verrugas) son muy comunes en los perros, y se sospecha que muchos casos se desarrollan sin que el dueño lo note o sin que el perro sea llevado al veterinario. Como estos se desarrollan en el momento de la primera infección por PV, la mayoría de ellos se observan en perros más jóvenes, típicamente entre 6 meses y dos años.
Debido al papel del microtrauma en la entrada de PV en el epitelio, los papilomas virales son más comunes en la boca, en los pies y alrededor de las orejas y la cara. Por lo general, causan poca incomodidad al perro, aunque rara vez, pueden causar cojera o dificultad para comer.
Los papilomas virales se desarrollan como una respuesta normal de las células epiteliales normales a las proteínas PV, y aunque estas lesiones a veces se han denominado anteriormente neoplasias, se las considera más correctamente hiperplásicas. Una vez que el cuerpo genera una respuesta inmunitaria mediada por células, la verruga se resuelve. El tiempo que tarda en resolverse es variable, y la mayoría de los papilomas se resuelven en un plazo de 3 a 6 meses, “aunque las verrugas pueden estar presentes hasta dos años antes de la resolución espontánea”. No obstante, “muy raramente los perros desarrollan verrugas persistentes”.
En este sentido, como se espera que los papilomas virales caninos se resuelvan espontáneamente y rara vez causan molestias, la mayoría no se tratan. Sin embargo, si se requiere tratamiento, los autores apuntan que es necesario destruir todas las células infectadas, por ejemplo, mediante crioterapia o escisión quirúrgica. Sobre otras opciones de tratamiento, comentan que no se ha demostrado que ninguna terapia médica acelere la resolución espontánea de las verrugas en perros.
Otras lesiones tratadas en la revisión son las placas cutáneas virales, y la neoplasia asociada al virus del papiloma en perros. Sobre las primeras, comentan que la mayoría de ellas permanecen pequeñas y solo son motivo de preocupación cosmética. Sin embargo, las placas extensas pueden causar prurito o dolor.
Por otro lado, además de los carcinomas de células escamosas, los PV parecen ser factores probables en el desarrollo de múltiples neoplasias foliculares en un perro.
LESIONES POR VIRUS DEL PAPILOMA EN GATOS
Los gatos domésticos rara vez desarrollan papilomas virales (verrugas), y solo se han notificado unos pocos casos. Entre ellos se incluyen papilomas virales orales que se detectaron como hallazgos incidentales debajo de la lengua de los gatos y papilomas virales cutáneos en el plano nasal o los párpados.
Por otro lado, en comparación con las placas virales caninas, las placas virales felinas tienen más probabilidades de aumentar en tamaño y número, lo que resulta en una morbilidad significativa.
En cuanto a las neoplasias, “además de los carcinomas de células basales cutáneos, los PV también se han asociado con los carcinomas de células basales cutáneos”. Además, también se cree que los sarcoides felinos son causados por la infección por PV en gatos.
Por último, la revisión ha querido repasar vacunación para prevenir lesiones por virus del papiloma en perros y gatos. Como se ha demostrado que las vacunas previenen la enfermedad inducida por PV en personas, pueden ser igualmente útiles en la prevención de la enfermedad inducida por PV en perros y gatos.
No obstante, los autores realizan una serie de aclaraciones sobre el desarrollo de este tipo de vacunas. Por ejemplo, sugieren que “es poco probable que los propietarios paguen una cantidad significativa de dinero para proteger a sus perros contra una lesión hiperplásica que se resuelve por sí sola en casi todos los casos”.
La revisión concluye que “los virus del papiloma son una causa importante de enfermedades neoplásicas y no neoplásicas en los seres humanos”. Si bien aún existen algunas lagunas en nuestro conocimiento sobre los PV en perros y gatos, “las investigaciones realizadas en los últimos 5 años han ampliado enormemente nuestro conocimiento sobre la diversidad de tipos de PV que infectan a estas especies, así como la variedad de lesiones causadas por infecciones por PV”.
Fuente: www.diarioveterinario.com
Me interesa la Oncología en caninos y felinos