Toda nuestra vida se construye en torno al tiempo. Planificamos el futuro a la luz de lo que sabemos del pasado. Pretendemos que la comunidad y las personas sean moralmente responsables de sus acciones presentes y pasadas, con la intención de reprenderlas más adelante si cometen algún error. TAGS: Veterinaria. Médicos veterinarios. Salud laboral. Seguridad laboral
Estudiamos y nos preparamos durante muchos años de nuestras vidas, en el Colegio primero y luego en la Universidad pensando que adquiriremos conocimientos y herramientas, para valernos por nosotros mismos de un futuro venturoso y sin tropiezos.
Nos creemos seguros, ya como profesionales, organizados en Colegios o Consejos o en entidades de segundo grado como la FEVA y pensamos que las instituciones pueden hacer cosas que individualmente no las podemos o no queremos hacer. De este modo vamos dejando de resolver nuestros propios problemas o los emergentes en la sociedad, creyendo que otros lo resolverán y entonces tampoco aportamos nada individualmente a lo colectivo. Hasta que nos afecta directamente.
¿A qué viene esta introducción? podrá preguntarse el lector. Concretamente a un problema emergente en nuestra relación con la sociedad y de ésta con la profesión, particularmente con aquellos colegas que se especializan o dedican a la atención de mascotas y pequeños animales.
Ocurre que desde hace un tiempo a la actualidad y cada vez con mayor reiteración y violencia en forma directa o a través de la redes, muchos veterinarios a lo largo y ancho del país, resultan escrachados, insultados públicamente, humillados y hasta agredidos físicamente.
Al decir de Federación Veterinaria Argentina (FEVA) que representa a nuestros Colegios Veterinarios de la Patagonia, es necesario hacer “llamados urgentes a la reflexión y al respeto de la profesión veterinaria ante una saga de agresiones, hostigamiento virtual, y difamaciones sufridas y visibilizadas en los últimos meses por parte de médicos veterinarios en distintos puntos del país”.
“Estos hechos, que no sólo comprometen la reputación profesional de veterinarios y clínicas sino que afectan directamente la salud física, mental y emocional de los mismos, ameritó una serie de charlas y acciones concretas por parte de distintos colegios, para asesorar y contener a sus matriculados”.
Hasta aquí lo que viene ocurriendo y es de nuestro conocimiento, pero debemos reconocer que estas acciones para contener a los colegas afectados o aquellos que pudieran llegar a sufrir el mismo problema no es suficiente para neutralizarlo o evitarlo. Todo continúa y los casos se replican continuamente.
¿Qué hacer entonces? En primer lugar cumplir con los protocolos difundidos para contrarrestar tales situaciones, rescatando todas las evidencias que comprometan a los agresores a fin de iniciarles las debidas acciones legales que, a la postre y con fallos favorables sirvan de acciones ejemplares contra cualquier maltrato al profesional.
Los Colegios Veterinarios a través de la FEVA lanzaron una campaña por la defensa y protección de la salud e integridad de los veterinarios, manifestando “¡Decimos basta! Basta de agresiones, basta de falsas acusaciones. Invitamos a toda la comunidad a unirse a esta causa por la justicia y el respeto hacia quienes trabajan incansablemente por el bienestar animal”.
No obstante ello, debemos involucrarnos planificando para actuar individual y colectivamente, de forma que se produzcan cambios en el futuro, entonces los logros, los adelantos y las nuevas dificultades emergentes serán o sentiremos que nos pertenecen a todos y no eludiremos nuestra participación o aportes al conjunto y a la profesión.
La campaña y acciones por la defensa y protección de la salud e integridad de los veterinarios es un desafío de TODOS.
¡BASTA DE VIOLENCIA Y FALSAS ACUSACIONES!
Fuente: Comisión Directiva del Colegio Médico Veterinario de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
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