Dada la baja tasa de supervivencia, son necesarios fármacos antivirales específicos contra el virus de la panleucopenia felina. TAGS: Felinos domésticos. Felinos. Medicina veterinaria. Antivirales. Panleucopenia felina. Salud felinos
La panleucopenia felina (FPL, por sus siglas en inglés) es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa de los gatos, a menudo fatal, caracterizada por enteritis aguda grave, vómitos, depresión, deshidratación y reducción en el recuento de glóbulos blancos circulantes.
Es causada por el virus de la panleucopenia felina (VPF), un virus de ADN conocido por ser altamente estable en las siguientes condiciones ambientales: a temperatura ambiente puede sobrevivir hasta un año, y es muy resistente a la tripsina, solventes, ácidos y base. Se transmite principalmente por vía fecal-oral, aunque es posible la infección a través del útero y de fómites.
La circulación del VPF en la población felina se mantiene principalmente a través de los gatos callejeros. Los más susceptibles son los gatitos de hasta 12 meses de edad, con una tasa de mortalidad que varía del 25 al 90 % en infecciones agudas, y hasta el 100 % en infecciones hiperagudas. Sin embargo, en los últimos años, la incidencia comenzó a disminuir, ya que la enfermedad está bien controlada mediante vacunación en muchos países.
Supervivencia de gatos con panleucopenia
El virus de la panleucopenia felina presenta afinidad por las células mitóticamente activas, como la médula ósea (lo que provoca neutropenia, anemia posterior y trombocitopenia), los tejidos linfoides (lo que provoca linfopenia) y los epitelios intestinales (lo que provoca diarrea y vómitos graves).
Además, cuando se produce la transmisión a través de la infección en el útero, el virus se dirige al feto, lo que a su vez puede provocar defectos congénitos, abortos, mortinatos y gatitos enfermizos. Cuando la infección se produce en el periodo neonatal, puede producirse hipoplasia cerebelosa con ataxia y temblores.
Dada la baja tasa de supervivencia, la falta de fármacos antivirales específicos contra el virus de la panleucopenia felina, y la grave disminución del recuento de glóbulos blancos circulantes que resulta en pacientes felinos inmunodeprimidos, a lo largo de los años se propusieron y probaron varios fármacos con el fin de encontrar una cura. Un fármaco humano prometedor, representado por un factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF), filgrastim, fue probado y adaptado en la terapia de medicina veterinaria.
El G-CSF es un factor mieloide que estimula el crecimiento de nuevas células sanguíneas, lo que conduce a un aumento del número de neutrófilos circulantes. El G-CSF actúa sobre las células hematopoyéticas uniéndose a receptores específicos de la superficie celular, estimulando la proliferación, diferenciación y maduración de los progenitores de neutrófilos.
Filgrastim tiene diversos usos terapéuticos, como por ejemplo la reducción de la incidencia y duración de las secuelas de la neutropenia en pacientes sintomáticos con neutropenia congénita, cíclica o idiopática, el manejo y la prevención de infecciones y neutropenia febril, consecutiva a quimioterapia o radioterapia.
Eficacia de filgrastim en varias especies
Por el lado de la medicina veterinaria, se han realizado algunos estudios para analizar la eficacia del filgrastim en varias especies animales, con o sin diversos trastornos granulocíticos, representados por neutropenia de diferentes orígenes, trastornos del estroma medular y síndrome mielodisplásico/leucemia. Además, de forma específica en pacientes felinos con infección por el virus de la panleucopenia felina, el resultado de los estudios sugirió que el filgrastim puede usarse como una terapia potencial.
En este sentido, un estudio realizado en Rumania evalúa la eficacia del filgrastim en gatos diagnosticados con FPL inducido por el virus de la panleucopenia felina.
La investigación reclutó 22 gatos diagnosticados con el virus de la panleucopenia felina. En cuanto al estado de vacunación, 17 felinos nunca habían sido vacunados y cuatro recibieron una dosis de vacunación, pero sin refuerzo, mientras que un gato fue vacunado cinco días antes de presentar los signos clínicos.
Durante el examen físico, en la mayoría de los gatos se observaron síntomas inespecíficos, como letargo, depresión, falta de apetito y fiebre. Posteriormente, durante la hospitalización, se notaron signos gastrointestinales consistentes en vómitos y diarrea acuosa y gelatinosa (en algunos casos con vetas de sangre), que a su vez condujeron a una deshidratación severa, con un turgor de la piel, y un tiempo de llenado capilar prolongados y mucosas pálidas.
Los animales fueron sometidos a la administración de filgrastim a una dosis de seis µg/kg, durante tres días consecutivos. El cuarto día fue un día de descanso y el quinto día se repitió el hemograma completo. Los parámetros de glóbulos blancos, linfocitos, monocitos, neutrófilos y eosinófilos mejoraron después de la administración del fármaco, con una diferencia estadísticamente significativa cuando se analizaron sus valores entre el día uno (valores tomados pre administración) y el día cinco (valores tomados post administración).
Sin embargo, han explicado los investigadores que los parámetros de glóbulos rojos, hemoglobina, hematocrito y plaquetas registraron una reducción considerable del día uno al día cinco, con una diferencia estadísticamente significativa, considerados como efectos secundarios post-administración.
Todos los gatos del estudio sobrevivieron con el nuevo fármaco
No obstante, todos los gatos que participaron en este estudio sobrevivieron y se recuperaron completamente de la FPL. La remisión de los trastornos gastrointestinales fue evidente al tercer o cuarto día después de la administración de filgrastim, con una frecuencia reducida de vómitos y diarrea, con una mejoría clínica significativa. El tratamiento de fluidoterapia y los cuidados de apoyo continuaron hasta siete días, cuando comenzaron a comer y beber voluntariamente y se volvieron alertas. Después del alta, se recomendó a los propietarios que continuaran con la administración de medicamentos en el hogar (vitaminas, suplementos de hierro, probióticos y prebióticos).
Por ello, los autores han celebrado que “en nuestro estudio, la tasa de supervivencia fue del 100 % tras la administración de filgrastim, lo que demuestra que el protocolo de tres dosis es eficaz para restablecer la leucopenia y la neutropenia, lo que aporta pruebas de su uso seguro”.
En consecuencia, sugieren que el fármaco debe considerarse una opción terapéutica prometedora. No obstante, matizan que la administración en pacientes felinos puede provocar efectos secundarios que suelen consistir en trombocitopenia y anemia. “Se deberían investigar futuros estudios sobre el efecto de la administración a corto o largo plazo de fármacos tipo filgrastim sobre el recuento de plaquetas”, concluyen los autores.
Fuente: www.diarioveterinario.com
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