Síndrome TDAH-like en perros: un trastorno neurocognitivo comparable al TDAH humano

Los veterinarios del Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento Animal explican las claves del TDAH-like, un síndrome similar al trastorno por déficit de atención en humanos. TAGS: Comportamiento animal. Medicina veterinaria. Veterinaria. Etología canina

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los síndromes más frecuentes en psiquiatría pediátrica, ya que interfiere con el funcionamiento diario, deteriora las relaciones entre los niños y sus familias o compañeros, y aumenta el riesgo de aislamiento social.

Aunque se asocia comúnmente con la infancia, dos tercios de los niños diagnosticados continúan presentando síntomas en la edad adulta. Se trata de una patología neurocognitiva caracterizada por cambios estructurales en el cerebro y una desregulación de determinados neurotransmisores.

Teniendo esto en cuenta, desde el Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento Animal (Gemca) de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa) han publicado un artículo en su web que aborda este problema en animales.

De forma similar a lo que ocurre en las personas, los perros pueden presentar un síndrome comparable al TDAH, denominado ‘TDAH-like’, el cual se manifiesta como un trastorno neurocognitivo que puede tener tres formas de presentación: una combinación de hiperactividad e impulsividad junto a déficit de atención, predominancia del déficit de atención o predominancia de la hiperactividad e impulsividad. Sin embargo, es importante destacar que un perro muy activo no necesariamente sufre de este trastorno.

El TDAH-like en perros se define por comportamientos que incluyen hiperactividad, impulsividad y problemas de atención. Estos síntomas pueden, al igual que en los humanos, afectar la calidad de vida tanto del animal como de sus cuidadores. “Aunque en la literatura veterinaria se han utilizado términos como ‘hiperquinesis’ o ‘hipersensibilidad-hiperactividad’, el término ‘TDHA-like’ se ha adoptado recientemente para reflejar su similitud con el trastorno en humanos”, apuntan. 

ORIGEN DEL TDAH-LIKE EN PERROS

Para el GEMCA, la hiperactividad en perros puede ser una respuesta normal o fisiológica, o bien un problema de comportamiento de origen patológico; por lo tanto, diferenciar ambas es esencial para ofrecer la ayuda adecuada. “Su origen es multifactorial, resultado de la interacción entre factores genéticos y ambientales. Así, algunas razas, especialmente las de trabajo y caza, pueden tener una predisposición hereditaria a la hiperactividad y la impulsividad”, indican.

Además, el destete temprano, la falta de socialización, la escasa estimulación física y mental, la ausencia de juego social, el uso de castigos, la exposición a experiencias adversas, la carencia de contacto afectivo con los cuidadores, los largos periodos de separación tras la adopción y la soledad prolongada pueden incrementar el riesgo de desarrollar comportamientos hiperactivos o impulsivos.

Desde un punto de vista neurobiológico, se han identificado alteraciones en los niveles de dopamina y serotonina en perros con TDAH-like, lo que sugiere un mecanismo similar al observado en humanos.

“La reducción de dopamina se ha relacionado con dificultades en la atención y la cognición, afectando la motivación y el procesamiento de recompensas. Además, bajos niveles de dopamina se han asociado con impulsividad, hiperactividad y agresividad. Por otro lado, la disminución de serotonina se ha vinculado con un aumento de conductas agresivas y compulsivas”, señalan.

SÍNTOMAS DEL TDAH-LIKE EN PERROS

En cuanto a los síntomas, los perros con TDAH-like pueden presentar una combinación de señales agrupadas en tres grandes categorías. En la categoría de hiperactividad e impulsividad se observa dificultad para permanecer quieto, vocalización excesiva, inquietud, demandas de atención constantes, reactividad elevada, dificultad para esperar, reducción del sueño, intolerancia a la recompensa demorada, falta de autocontrol, destrucción excesiva de objetos y ausencia de sensación de saciedad.

En lo relativo al déficit de atención, se detecta una constante distracción ante cualquier estímulo, pérdida rápida de interés, problemas de concentración, dificultad para enfocarse cuando se les habla, limitaciones para completar tareas prácticas y problemas de aprendizaje.

Por otro lado, a nivel fisiológico, pueden presentar aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, dilatación de pupilas, elevación de la temperatura corporal y trastornos digestivos.

“Los perros pueden manifestar diferentes combinaciones de estos síntomas y pueden no presentar de manera uniforme todos los signos. La clave es evaluar la frecuencia e intensidad en distintos contextos y su impacto en la calidad de vida del animal y de sus tutores”, añaden.

DIAGNÓSTICO DEL TDAH-LIKE EN PERROS

A menudo, los perros que parecen hiperactivos en realidad no tienen TDAH-like, sino que simplemente tienen altos niveles de energía que no están siendo canalizados correctamente. La falta de ejercicio, el aburrimiento y ciertos hábitos aprendidos pueden dar la impresión de que un perro es impulsivo o tiene problemas de atención.

“Para diagnosticar correctamente esta condición, es fundamental acudir a un/a veterinario/a etólogo/a para hacer una evaluación completa del perro. Esto incluye conocer su rutina diaria, nivel de actividad, interacciones con su entorno y posibles experiencias de vida que puedan estar influyendo en su comportamiento. Se debe descartar que la hiperactividad o el déficit de atención no sean simplemente el resultado de un ambiente poco adecuado para sus necesidades”, explican.

Entre las patologías que pueden provocar síntomas similares al TDAH-like se encuentran los trastornos hormonales como el hipotiroidismo o la enfermedad de Cushing, el dolor crónico, las alteraciones articulares, la epilepsia y los trastornos de ansiedad o miedo. Por esta razón, el diagnóstico incluye pruebas veterinarias como análisis de sangre, revisiones neurológicas y estudios de imagen.

Para que un diagnóstico de TDAH-like sea válido, los síntomas deben estar presentes por al menos seis meses, aparecer en diferentes contextos y persistir a pesar de contar con una rutina adecuada de ejercicio, socialización y estimulación mental.

Aunque admiten que aún no existe una prueba definitiva, indican que se han desarrollado cuestionarios que ayudan a evaluar el comportamiento, como el DIAS, que mide la impulsividad; la escala de Vas et al., centrada en atención e hiperactividad; y la Dog ADHD and Functionality Rating Scale, aún en desarrollo.

TRATAMIENTO DEL TDAH-LIKE EN PERROS

El tratamiento del TDAH-like en perros debe ser personalizado e incluir estrategias de modificación conductual, enriquecimiento ambiental y, en algunos casos, tratamiento farmacológico.

En lo relativo a las estrategias de modificación del comportamiento recomiendan no castigar ya que puede generar estrés, miedo y otros problemas de comportamiento; evitar situaciones que sobre exciten al perro; interactuar con el perro cuando esté relajado, ignorando las demandas de atención; implementación de protocolos de relajación, como entrenar al perro a permanecer acostado en su cama en un estado tranquilo; evitar refuerzos inadvertidos a comportamientos impulsivos (por ejemplo, evitar premiar la excitabilidad excesiva); reforzar positivamente los momentos de calma y autocontrol; usar juguetes interactivos y actividades de estimulación mental para reducir el aburrimiento y la impulsividad; y ejercicio físico adecuado según la raza y edad del perro.

Cuando estas medidas no son suficientes, puede recurrirse a tratamientos farmacológicos prescritos por veterinarios especialistas. Entre ellos se encuentran los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la fluoxetina. También se ha estudiado el uso de fármacos empleados en medicina humana como la clonidina y el metilfenidato, aunque este último sigue siendo controvertido y solo ha mostrado resultados positivos en casos específicos.

“Es fundamental que cualquier tratamiento farmacológico sea prescrito y supervisado por un/a veterinario/a especializado en medicina del comportamiento, ya que algunos medicamentos pueden presentar efectos secundarios o no ser adecuados para todos los perros”, añaden.

PREVENCIÓN DEL TDAH-LIKE EN PERROS

En cuanto a la prevención del TDAH, recuerdan que comienza desde la etapa de cría, evitando reproducir animales con predisposición genética, asegurando la socialización temprana, evitando separar a los cachorros de su madre antes de las ocho semanas de vida, promoviendo el ejercicio y el juego, y educando con refuerzos positivos. El pronóstico suele ser favorable cuando el tratamiento es adecuado, aunque puede complicarse en casos con múltiples condiciones asociadas.

En conclusión, el TDAH-like en perros es una condición real, con fundamentos neurobiológicos y manifestaciones clínicas comparables a las del TDAH en humanos. “Aunque aún no existe un consenso definitivo sobre su diagnóstico y tratamiento, la combinación de estrategias conductuales, enriquecimiento ambiental y, en algunos casos, tratamiento farmacológico, puede mejorar significativamente la calidad de vida de los perros afectados y sus cuidadores. La investigación en este campo continúa evolucionando y es probable que en el futuro se desarrollen herramientas más precisas para la identificación y manejo de esta condición en perros”, concluyen.

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