De los propietarios que informaron de sedación como efecto secundario de la gabapentina, la mayoría informó que ver este efecto en su perro no les molestó en absoluto. TAGS: Medicina veterinaria. Medicamentos veterinarios. Etología. Gabapentina. Caninos. Salud animal. TAGS: Gabapentina en perros. Farmacología veterinaria. Medicina veterinaria. Ansiolítico canino
Los trastornos del comportamiento en perros pueden plantear preocupaciones tanto de su seguridad como de su bienestar y de los humanos que los cuidan. Por lo tanto, los veterinarios deben buscar soluciones que proporcionen un alivio rápido de los síntomas y planes de manejo que tengan en cuenta tanto el bienestar humano como el de la mascota.
En este marco, la gabapentina es un medicamento de acción rápida que se usa comúnmente para tratar trastornos del comportamiento en perros, aunque la eficacia y el potencial de efectos secundarios no están bien descritos en la literatura.
Si bien la gabapentina inicialmente obtuvo la aprobación de la FDA para tratar el dolor neuropático y las convulsiones en humanos, también se usa como terapia complementaria para tratar una variedad de trastornos psiquiátricos, incluidos el trastorno bipolar, los trastornos de ansiedad y el insomnio.
En medicina veterinaria, la gabapentina se usa en perros para tratar el dolor crónico y posoperatorio, convulsiones y trastornos del comportamiento, incluido el miedo asociado con las visitas a la clínica veterinaria, fobia a las tormentas y trastorno compulsivo o ansiedad.
Gabapentina en los trastornos de comportamiento canino
Desde el punto de vista psicofarmacológico, la gabapentina ofrece versatilidad en su dosificación. La gabapentina se puede recetar como un medicamento de acción corta, inmediato y según sea necesario, puede ser administrado 90 minutos antes de los eventos estresantes previstos y repetido una o dos veces al día, dependiendo de la frecuencia del factor estresante (uso en eventos puntuales), y/o como un medicamento.
Además, la gabapentina también se puede utilizar como parte de un plan de terapia psicofarmacológica diaria o según sea necesario, en combinación con otros medicamentos psicoactivos, como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) de acción prolongada, antidepresivos tricíclicos (ATC) o serotonina e inhibidores de la recaptación de noradrenalina (IRSN).
Por otra parte, las dosis iniciales varían según la gravedad de los signos clínicos, la urgencia y el grado en que se desea o no se desea la sedación en cada circunstancia. Aunque el rango de dosificación estándar recomendado de gabapentina es de 10 a 30 mg/kg, los formularios de psicofarmacología veterinaria y los informes de casos publicados describen su uso en rangos más altos.
No obstante, el uso de gabapentina como medicamento mono o polipsicofarmacológico diario regular no se ha descrito bien en la literatura veterinaria y existe poca información sobre el potencial de efectos conductuales beneficiosos y/o adversos en dosis superiores a 30 mg/kg.
Efectos de gabapentina, tanto deseados como no deseados
Un trabajo realizado en EE UU ha intentado caracterizar los efectos de gabapentina, tanto deseados como no deseados, informados por los propietarios, incluidas dosis superiores a 30 mg/kg en perros que se presentan a una consulta de comportamiento, ya sea prescrita para uso en eventos, uso diario o ambos.
Los autores plantearon la hipótesis de que se pueden observar efectos secundarios, en particular sedación, con dosis más altas, pero que este efecto no sería un problema para la mayoría de los propietarios. También plantearon la hipótesis de que los perros mayores tendrían más probabilidades de sufrir sedación y ataxia que los perros más jóvenes.
El estudio encuestó a 50 propietarios, y los trastornos del comportamiento para los que se recetó gabapentina incluyeron agresión relacionada con el miedo (n = 37), trastorno de ansiedad generalizada (n = 34), fobia específica distinta al ruido (n = 22), agresión relacionada con conflictos (n = 15), fobia al ruido, (n = 9), ansiedad por separación (n = 8), agresión secundaria a una alta excitación (n = 7) y miedo general (n = 6). Así, las comorbilidades fueron comunes.
Los propietarios informaron que las descripciones de los efectos terapéuticos eran “muy efectivas” (40 %), “moderadamente efectivas” (32 %), “ligeramente efectivas” (8 %) o “nada efectivo” (20 %).
Los perros con un diagnóstico de agresión relacionada con conflictos tenían más probabilidades de que sus dueños informaran que la gabapentina era eficaz para mejorar el comportamiento en comparación con los perros con otros diagnósticos conductuales, mientras que los perros diagnosticados con agresión secundaria a una alta excitación tenían menos probabilidades de registrar esa eficacia.
La sedación es el efecto secundario más común
En cuanto a los efectos secundarios, la mayoría de los propietarios (70 %) informaron de al menos uno de ellos, siendo la sedación el más común, y los autores comprobaron con los datos de la encuesta que era más probable que se observara sedación con dosis superiores a 30 mg/kg.
De los propietarios que informaron sobre sedación, la mayoría informó que ver este efecto secundario en su perro no les molestó en absoluto (65,2 %) o solo les molestó un poco. Sólo uno de estos propietarios (4,3 %) afirmó sentirse muy molesto por la sedación como efecto secundario.
Los rangos de dosis específicos (mg/kg) no se correlacionaron con ningún otro informe sobre efectos secundarios ni efectividad. Igualmente, ni la edad ni el peso corporal se asociaron con una mayor probabilidad de efectos secundarios.
En resumen, los resultados del trabajo sugieren que la “gabapentina puede ser un tratamiento beneficioso para perros con trastornos de conducta, particularmente aquellos con agresión hacia humanos en el hogar”.
La sedación parece ser un efecto secundario común en dosis superiores a 30 mg/kg, pero “no se ha demostrado que sea problemática ni una razón para suspender el medicamento”. Otros efectos secundarios, como ataxia y agitación, “son menos comunes y no parecen estar relacionados con la dosis”.
Ante tales resultados, los autores comentan que “el amplio rango de dosis para efectos terapéuticos y no deseados sugiere que los veterinarios pueden necesitar guiar a sus clientes a través de ensayos de múltiples dosis antes de encontrar una dosis que funcione mejor para su mascota”.
Por lo tanto, “las respuestas individuales de los pacientes deben evaluarse y monitorearse cuidadosamente para obtener los mejores resultados clínicos, con el fin de proporcionar terapias que sean efectivas para mejorar los trastornos del comportamiento canino sin efectos secundarios molestos, y este estudio sugiere que la gabapentina puede ser una buena opción para muchos perros”, han sentenciado.
Fuente: www.diarioveterinario.com




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