El carcinoma pulmonar en perros se presenta típicamente como una gran masa solitaria. TAGS: Oncología veterinaria. Carcinoma pulmonar canino. Veterinaria. Salud animal. Diagnóstico veterinario. Medicina veterinaria. Investigación veterinaria
El cáncer de pulmón primario es un tumor relativamente poco común en perros, que representa aproximadamente el 1 % de todas las neoplasias malignas caninas. Los signos clínicos en los perros afectados pueden variar desde ser asintomáticos hasta presentar tos crónica y, en casos raros, disnea. La escisión quirúrgica del tumor primario, junto con la resección de los ganglios linfáticos locoregionales afectados, es la opción de tratamiento preferida para la mayoría de los casos.
Aunque se han empleado quimioterapia, terapia dirigida y radioterapia, su efectividad sigue siendo controvertida. Los perros con tumores en estadio T1 pueden experimentar tiempos de supervivencia prolongados de hasta 2 años. Sin embargo, el pronóstico para los perros con tumores metastásicos avanzados es generalmente muy malo. Un artículo de revisión realizado por autores de varios países analiza la etiología, los signos clínicos, el diagnóstico, la estadificación, las opciones de tratamiento y el pronóstico del carcinoma de pulmón primario en perros.
La revisión comienza explorando la etiología y los signos clínicos, explicando que ciertas razas de perros, como los bóxers, los dóbermans, los pastores australianos, los setters irlandeses y los perros de montaña berneses, los perros braquicéfalos y los de razas pequeñas podrían tener un mayor riesgo de desarrollar este tipo de tumores.
Presentación del carcinoma pulmonar canino
El carcinoma pulmonar en perros se presenta típicamente como una gran masa solitaria. La progresión del tumor a menudo implica metástasis al ganglio linfático traqueobronquial, seguido de metástasis pulmonares intraparenquimatosas y, más raramente, metástasis en órganos distantes. Los sitios más comunes de metástasis distantes son el hueso, el cerebro y la piel.
En cuanto al diagnóstico de carcinoma pulmonar sospechoso, exponen que suele realizarse mediante radiografía torácica. “Aproximadamente el 80 % de los tumores pulmonares se diagnostican habitualmente mediante radiografías torácicas”. La radiografía es una técnica de diagnóstico por imágenes sencilla, de bajo coste y ampliamente disponible que, por lo general, “no requiere anestesia general para el paciente”.
En la mayoría de los perros se encuentran tumores únicos (54-87 %), mientras que las lesiones múltiples representan el resto (13-37 %).
Asimismo, indican que la ecografía torácica también se puede utilizar para evaluar la neoplasia pulmonar y es una herramienta valiosa para obtener muestras de tejido mediante aspiración con aguja fina. Por su parte, la tomografía computarizada torácica se ha vuelto más ampliamente disponible y juega un papel cada vez más importante en el diagnóstico y estadificación de enfermedades torácicas en animales pequeños.
Tratamiento y pronóstico
La cirugía es el tratamiento preferido para perros con tumores pulmonares primarios. El abordaje quirúrgico, sugieren, lo determina el veterinario y la ubicación del tumor dentro del pulmón. Para tumores unilaterales, se prefiere una toracotomía lateral, aunque también se puede utilizar una esternotomía media.
La lobectomía pulmonar toracoscópica está indicada para tumores ubicados periféricamente que se encuentran en una ubicación adecuada para esta técnica mínimamente invasiva. Sin embargo, “este abordaje requiere un cirujano con capacitación avanzada en cirugía mínimamente invasiva”. Si el tumor pulmonar se extiende a través de múltiples lóbulos, se recomienda una toracotomía esternal. Los procedimientos generalmente implican la extirpación total o parcial de un lóbulo pulmonar, así como la realización de una linfadenectomía. En la mayoría de los casos, “está indicada y se realiza una lobectomía pulmonar completa”.
Por otro lado, también comentan las aplicaciones de distintos tratamientos, como quimioterapia o radioterapia, entre otras. Sobre esta última, mencionan un trabajo que documentó que la radioterapia era una alternativa segura y efectiva a la cirugía y podría considerarse una opción para perros con tumores pulmonares en estadio 3 y 4.
Por otro lado, indican que el tratamiento adyuvante con quimioterapia convencional o metronómica sigue siendo controvertido, “pero puede ofrecer otros beneficios a algunos pacientes”. No obstante, celebran que “es probable que las nuevas terapias dirigidas e inmunoterapias proporcionen nuevas opciones de tratamiento eficaces en el futuro cercano”.
Así, a modo de resumen, proponen que “los perros con sospecha de neoplasia pulmonar primaria deben ser abordados sistemáticamente para garantizar la mejor atención”. Esto incluye “controles de salud regulares y radiografías torácicas de detección para perros de mediana edad o mayores que presentan tos o signos respiratorios para mejorar la detección temprana del cáncer de pulmón”.
Fuente: www.diarioveterinario.com




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