La Facultad de Ciencias Veterinarias pondrá en marcha un proyecto en diferentes barrios de la ciudad de Corrientes para concientizar sobre la correcta disposición de residuos sólidos urbanos y contribuir a revertir mini-basurales.
“El objetivo del proyecto es la promoción de la salud a través de la correcta disposición de residuos, siempre con la premisa del compromiso ciudadano” explicó la profesora Sara Noemí Ulon, directora de la iniciativa que se ejecutará en diferentes barrios de la capital correntina.
La iniciativa de extensión se enmarca en el programa Universidad en el Medio y contará además con la participación de la municipalidad de Corrientes a través de la Dirección General de Bromatología y Abastecimiento, y la Dirección de Saneamiento Ambiental, así como de comisiones y entidades vecinales.
En un principio se trabajará en los barrios Cichero, Bañado Norte, en la zona de la Ex Vía, y en el barrio Doctor Nicolini, pero con la proyección de alcanzar a un mayor número de barriadas.
Para ello, un grupo de 6 docentes, profesionales y 12 alumnos universitarios avanzados de las Cátedras Epidemiología y Salud Pública de la mencionada Facultad, recorrerán distintos barrios para proporcionar información básica acerca de los residuos, su almacenamiento, disposición e importancia sanitaria de un manejo adecuado.
Se harán visitas casa por casa, implementándose encuestas a vecinos, charlas, talleres, con entrega de material informativo, acciones orientadas a dar a conocer las formas correctas de disposición de la basura.
Actualmente se trabaja en el barrio Dr. Nicolini, en coordinación con la Comisión Vecinal, y en el que a modo de experiencia piloto, se indaga acerca de las formas de almacenamiento y posterior disposición de la basura y si los vecinos estarían dispuestos a realizar la separación diferenciada de residuos en domicilio, información que será elevada a las autoridades comunales para una eventual recolección diferenciada de la basura, diferenciando entre residuos inorgánicos (papel, lata, plástico) y los residuos orgánicos como resto de comidas.
“La problemática de la basura toma cada vez mayor relevancia, es un patrimonio prácticamente de casi todos los países y en especial de las grandes ciudades, por lo que no escapa a esa realidad la ciudad de Corrientes” y amerita que los diversos actores se involucren en lograr cambios de costumbres o hábitos en estos aspectos, a efectos de preservar la salud y el ambiente” fundamentan los responsables del proyecto de extensión.
Agrega que iniciativas anteriores de extensión vinculadas a la promoción de la salud y el ambiente permitieron constatar la falta de información en la mayor parte de la población sobre riesgos de la inadecuada disposición de los residuos, por lo que ningún esfuerzo será vano ya que dentro del saneamiento ambiental, el control de la eliminación de basuras y residuos ocupa un lugar preponderante y se basa principalmente en la educación sanitaria, señaló la profesional.
En esa línea, la Dra. Ulon comentó que en la ciudad de Corrientes se produce aproximadamente 1 kg por habitante por día y que existen actualmente unos 120 mini-basurales y basurales a cielo abierto, ubicándose así como una de las ciudades que al igual que el 50 % de la población del país arroja gran parte de sus residuos en estos tipos de basurales, que constituyen focos de contaminación y diseminación de numerosas enfermedades.
Explicó que el impacto de la indebida disposición final de residuos es variado ya que pueden contaminar ríos, arroyos o napas subterráneas de agua; contaminan el aire, en especial cuando se procede a la quema, práctica común en los barrios; favorecen la proliferación de insectos, roedores y otras especies, que eventualmente pueden ser transmisoras de enfermedades.
En la mayoría de los barrios de la cuidad existen mini-basurales temporales, algunos de los más significativos son los ubicados por la calle de la Ex -vía y barrios periféricos como Cichero, Bañado Norte, Laguna Seca, entre otros.
Según la profesional, en todos los barrios se trabaja para retirar los residuos, con controles diarios y custodia para que no vuelvan a depositar la basura, pero aún así persisten estos basurales.
“Diariamente se limpia y retiran desperdicios de hasta 90 basurales, y al poco tiempo muchas personas vuelven a depositar basura en el mismo lugar formando nuevamente los mini-basurales, lo que demuestra un problema cultural y social”.
“Por eso consideramos central la toma de conciencia por parte de la población, así como el compromiso de colaborar en revertir la problemática” señaló la directora del proyecto quien reiteró que además de la responsabilidad estatal y de la empresa recolectora, también hay responsabilidad ciudadana, en gran medida por desconocimiento.
Fuente: http://www.corrienteshoy.com
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